Un nuevo dato apunta fuera del entorno de la nena desaparecida el lunes pasado. Fuentes de la causa sospechan que sigue “en San Luis y con vida”. Las acusaciones cruzadas entre la madre y el padre y el silencio a pesar de la recompensa de $2 millones
“Estamos convencidos de que la nena está todavía en San Luis y con vida”, afirma uno de los investigadores principales que comanda la búsqueda de Guadalupe Cialone, la nena de 5 años desaparecida hace una semana en San Luis. Las certezas que constan en el expediente todavía son pocas. No hay mucho más que eso en cuanto a pistas. El resto de los datos son conjeturas que se tejen en base a inconsistencias y contradicciones en distintas testimoniales de familiares y a trabajos de inteligencia en el territorio. Sin embargo, en las últimas horas uno de los testigos del caso mencionó un dato que luego fue corroborado por la policía puntana. La declaración llevó a que se investigue con fuerza, por primera vez, a una persona que no forma parte del círculo íntimo de la menor.
Los investigadores se sorprenden cada vez que los familiares de Guadalupe son citados a ampliar sus declaraciones, aseguran fuentes del caso a Infobae. No porque aporten algún dato certero sino por la cantidad de acusaciones entre la familia del padre y de la madre de la nena. “Cuando son llamados le echan tierra al otro lado. Lo último que nos dijo el padre es que él cree que fue la pareja actual de la madre o la ex mujer de ese hombre. Así es todo el tiempo de ambos lados. Nosotros chequeamos todas las versiones, pero ya les pedimos que dejen de lado las peleas que puedan tener y que nos aporten datos certeros”, explica entre indignado y ofuscado un hombre clave del caso.
Si bien hasta ayer los únicos investigados eran los familiares de la nena, más que nada porque algunas partes de las testimoniales “no cierran”, esa situación cambió en las últimas horas. Un dato aportado en una declaración fue chequeado por trabajos de inteligencia de la policía puntana lo que derivó en que se empiece a investigar a, al menos, una persona ajena al círculo íntimo de Guadalupe.
“Por el momento no podemos dar más datos sobre esa línea pero está creciendo. Es como mínimo una persona que no tiene lazo familiar con la víctima y que creemos que pudo tener algo que ver”, explica una fuente a este medio.
Mientras tanto, una serie de cámaras de seguridad de las zonas aledañas a la desaparición fueron enviadas a la Policía de Seguridad Aeroportuaria para que sean analizadas con sus equipos que son más agiles y modernos que los disponibles en San Luis. En una de esas imágenes, los investigadores comandados por el juez Ariel Parrilis habían detectado a un auto Ford Ka que merodeaba la zona pero luego esa pista se descartó. El informe de PSA es esperado con ansias en el despacho del juez.
Yamila, la madre de la menor, en un reportaje reciente.
El otro trabajo que se lleva a cabo tiene que ver con los celulares: se rastrean todos los números de teléfono que impactaron en la antena más próxima a la casa de la tía de Guadalupe en el barrio 544 Viviendas donde la nena desapareció el pasado lunes. A medida que se encuentran teléfonos se solicita su análisis o se secuestran.
“Muchos de esos teléfonos, que obviamente incluyen los de la familia, fueron enviados a Buenos Aires para que, a través del sistema UFED, se les extraiga la información necesaria. Queremos saber que llamadas hizo la familia y cuales recibieron en los días anteriores y en las horas posteriores a la desaparición”, cuentan desde los tribunales puntanos.
En las últimas horas se sumaron a la investigación efectivos de las policías de Mendoza, Córdoba y La Pampa para intentar ampliar la zona de búsqueda. Al mimos tiempo sigue el trabajo con los perros rastreadores tanto de personas vivías como muertas. Incluso algunos sectores de la ciudad, sobre todos los descampados, fueron revisados dos veces. “En ocasiones rastrillamos un lugar y luego tenemos que volver porque quizás una cámara de seguridad ve un auto sospechosos y tenemos que chequear que no hayan tirado el cuerpo de la nena. Suena feo decirlo pero es el trabajo que debe hacerse”, explican los investigadores.
El más reciente de los rastrillajes se realizó entre la mañana y el mediodía de hoy en “Sol Puntano”, un predio del estado donde se realizan actividades agrícolas ubicadas al costado de la ruta 7 a 17 kilómetros de donde desapareció Guadalupe. Se llegó hasta allí por el dato que aportó uno de los cientos de llamados que se reciben por día de personas que aseguran haber visto o a la nena. Sin embargo, nadie cobró todavía la
Los próximos pasos de la investigación se centrarán en volver a llamar a los vecinos que declararon en las primeras horas de búsqueda. El objetivo es si, 7 días después, en un contexto de mayor tranquilidad pueden recordar algo más. Dentro de esas personas que irán hasta tribunales está una joven, vecina del barrio, que aseguró haber visto ese día por la calle a una mujer vestida de negro de la mano de una nena con características similares a Guadalupe. Los investigadores quieren escucharla de nuevo.