Magdalena Leguizamón sufrió un paro cardíaco mientras se encontraba internada en una clínica de Quilmes.
Murió la jubilada a la que le habían amputado la pierna equivocada semanas atrás en el Sanatorio Berazategui. La mujer de 66 años, afiliada al PAMI, quien sufría de diabetes ya había sido sometida a una extirpación de una parte del pie de la misma pierna y, en la última intervención, se debía amputar la pierna a la altura de la rodilla.
Sin embargo, al despertar de la anestesia, fue la propia paciente, identificada como Magdalena Leguizamón, quien tomó conciencia de que los cirujanos le habían cortado la pierna sana.Lo primero que vio la mujer cuando comenzó a recobrar el conocimiento fue la cara de su hija Mayra, que estaba a su lado. «Me siento rara. No puedo levantar la pierna izquierda», dijo inmediatamente la paciente. «La derecha mamá, el problema es en la derecha», le respondió su hija. Magdalena insistió: «No, la que no puedo mover es la pierna izquierda». Cuando Mayra levantó la manta que cubría de la cintura para abajo a su mamá se encontró con el horror. Los médicos se habían confundido y cortaron la pierna equivocada. Silencio absoluto de la clínica, allanamientos, médicos imputados, ninguna respuesta para la señora y su familia que comenzaron a vivir una pesadilla.En la noche del martes, al rededor de las 22.30 horas, la jubilada sufrió un paro cardiorespiratorio en la clínica Ceni de Quilmes donde se encontraba internada. Allí le habían informado que además de haberse equivocado en la amputación, hubo un mal diagnóstico, ya que no era necesario amputarle ninguna de las dos piernas. Resta saber si el fallecimiento es a raíz del caso de mala praxis sucedido en Berazategui.»Del Sanatorio de Berazategui siguen jugando a las escondidas. Nadie nos responde. Siguen sin dar la cara. Pero van a pagar por lo que hicieron», dijo Claudia, otra de las hijas de Magdalena.»Te voy a extrañar, te amo con todo mi corazón «, publicó la hermana de la víctima confirmando la muerte. Mayra, la hija de la jubilada, días atrás decidió realizar la denuncia por mala praxis y llevar la situación a la Justicia. La causa quedó a cargo de la Fiscalía Descentralizada de Berazategui.La denuncia está hecha contra Gonzalo Cardozo Monterino, que es el traumatólogo que realizó la amputación, y contra Rafael Rico Núñez, el cirujano cardiovascular. Ellos fueron los que atendieron a la señora en el Sanatorio Berazategui.La operación que tomó trascendencia a nivel nacional se llevó a cabo el lunes 22 de julio a las 19 horas en el Sanatorio Berazategui. Duró entre 45 minutos y una hora y, según la familiar de la damnificada, el responsable de la cirugía, el traumatólogo Cardozo, le aseguró que todo había salido dentro de lo esperable. Le detalló que, como la infección se había expandido, hubo que cortar por encima de la rodilla de la pierna derecha.»Bajamos a la habitación con mi marido y en un momento él advierte que le habían cortado la otra pierna. Yo le decía ‘no puede ser’. Levanto la sábana, porque mi mamá estaba bajo los efectos de la anestesia, y veo que el miembro que le faltaba era el izquierdo. Inmediatamente salgo corriendo. Voy y toco timbre en el quirófano otra vez», describió Mayra.No es la primera vez que el Sanatorio Berazategui sufre duras críticas por la calidad de su atención. En el 2015, se creó el grupo de la red social Facebook «Cierre al Nuevo Sanatorio Berazategui», en el que diferentes personas realizaron denuncias públicas por la mala atención del centro de salud y el maltrato hacia los pacientes y desde los directivos hacia los propios empleados.Además, en el 2018, algunos vecinos de la Ciudad alertaron sobre el alto número de abuelos afiliados al PAMI que murieron en un corto período de tiempo dentro de la clínica.
Fuente: Infobae