Con la cabeza gacha, los cinco jóvenes acusados de haber violado a una menor de 14 años en un camping de Miramar recorren el camino hacia el camión de traslados penitenciarios. En las últimas horas, sus redes sociales se llenaron de expresiones de repudio, pero este miércoles también tuvieron quien les diera palabras de aliento: familiares y amigos fueron a apoyarlos, al grito de “ustedes son inocentes”. Los cinco imputados declararon durante siete horas en los Tribunales de Mar del Plata, donde se resolvió que seguirán detenidos.
Los cinco jóvenes de entre 21 y 23 años fueron trasladados por la mañana desde la Alcaidía de Batán al edificio de los tribunales marplatenses, donde prestaron declaración ante la fiscal Florencia Salas, que les imputa el delito de abuso sexual con acceso carnal agravado. Fue minutos antes de las cuatro de la tarde que terminaron de declarar y volvieron al penal 44 de Batán. «Mañana voy, fuerza», «son inocentes, chicos», eran los gritos de los familiares que se escuchaban en la puerta del juzgado.
«Hay un montón de pericias para hacer. Ahora están a disposición del juez. Yo pedí la detención, nada más», se limitó a decir a la prensa la fiscal al abandonar los tribunales sin dar precisiones sobre los dichos de los detenidos.
A pesar del hermetismo con que se maneja la investigación, una versión que trascendió es que dos de los cinco jóvenes habrían admitido que tuvieron relaciones sexuales con la menor de 14 años, pero sin un contexto de violencia, sino que consentida. Esto llevaría a la fiscal a tomar distintos grados de acusación en el hecho que se diferenciaría de las otras tres personas.
Durante la jornada del miércoles dominó ola tensión en el edificio judicial. Es que hasta allí se acercaron los familiares y amigos de los chicos acusados y apuntaron contra los periodistas que cubrían la noticia. Enojados, dijeron que todo es falso: “Los quiero ver acá cuando la Justicia diga que es mentira. Son una mierda”, gritaron algunos.
Unas 30 personas, todos mayores, llegaron instantes después de que los acusados ingresaran a los tribunales marplatenses. Se instalaron en el piso 7°, donde algunos lloraban y se abrazaban mientras que otros se enfrentaron a la prensa.
“Esto es lo que vende y por eso vienen”, dijo uno de ellos. Y uno usó un argumento insólito para defender a los acusados: “Con los que tienen que hablar son con los padres de la nena que la salieron a buscar a la madrugada después de no saber nada de ella”.
En el medio de todo, y por orden de la Auditoría General de Asuntos Internos del Ministerio de Seguridad bonaerense, fue desplazado de sus funciones el jefe de la Policía de Miramar, subcomisario Andrés Caballero, por considerar que los hombres a su cargo actuaron con «lentitud» en los primeros momentos de la investigación. «Estaba a punto de ser expulsado de la fuerza, pero su acción en el caso del camping precipitó su salida», dijo una fuente oficial a Clarín.
Este martes, luego de la detención de los jóvenes, los investigadores secuestraron la camioneta y la carpa que utilizaron Lucas Pitman (21), Emanuel Díaz (23), Tomás Jaime (23), Roberto Costa (21) y Juan Cruz Villalba (23). Los jóvenes – entre ellos surfers, guardavidas y un músico – al igual que la víctima, son de Mar del Plata.
El vehículo se trata de una Renault Trafic color blanca en la que se movilizaron los jóvenes para llegar al predio en Miramar y una carpa tipo iglú, de color azul, en la que los investigadores creen que la adolescente fue violada. También secuestraron prendas de vestir de los imputados.
De acuerdo a la reconstrucción que realizaron los investigadores sobre el hecho, todo ocurrió en la madrugada del 1° de enero, en pleno festejo de Año Nuevo. La víctima había llegado un día antes al camping El Durazno, ubicado frente al mar y a pocos metros del acceso a Miramar, junto a sus padres, su hermano y otras dos familias amigas. Todos se alojaron en la zona de bungalows, ubicados a 150 metros de la entrada principal. El lugar se mantiene abierto y funciona con normalidad.
En tanto, los cinco jóvenes acamparon en una zona arbolada del predio. Pasado un tiempo del brindis, la mamá de la chica notó su ausencia, comenzó a buscarla por el predio y se encontró con la peor escena: desnuda en la carpa azul rodeada de hombres. Ahí, el padre junto a otras personas llamaron a la policía y retuvieron a los jóvenes hasta que lleguen los oficiales para detenerlos.
Las primeras pericias médicas confirmaron que la menor no presentaba lesiones, lo que no quita que pudo haber existido abuso sexual. Luego de la declaración de los cinco imputados, será el turno de la chica de 14 años, lo que podría ocurrir antes del fin de semana. Según confirmó la fiscal Salas, eso sería el jueves o viernes, «a la brevedad», luego de que lo autoricen el psicólogo y el juez de garantías, Saúl Errandonea.