ESQUEL.- Secundado por un megaoperativo con cerca de 300 efectivos de las fuerzas especiales, el juez federal de esta ciudad, Guido Otranto, se preparaba para allanar hoy, con la primera luz del día, el Pu Lof en Resistencia de la comunidad mapuche. La orden judicial, reservada y firmada el 12 de septiembre en el marco de la causa de habeas corpus, tiene por objetivo ocupar y rastrillar la totalidad del predio para «buscar rastros de Santiago Maldonadoesclarecer las circunstancias de su desaparición». Auxiliadas por un despliegue de grandes proporciones, las tropas de elite se asentarán el tiempo que sea necesario en el territorio para cumplir con la medida judicial. La orden es rastrillar en forma exhaustiva el interior del cauce del río Chubut y todo el espacio territorial ocupado por los indígenas, vinculados a Resistencia Ancestral Mapuche (RAM).
Tres helicópteros, drones y efectivos del GEOF y del GE 1 (Policía Federal), de la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA) y del grupo Albatros (Prefectura) participarán del operativo.
El despliegue también incluirá buzos tácticos de la Prefectura y de la Policía Federal; unidades de Infantería, de Caballería y grupos especial de acampe con vehículos todoterreno. Al operativo de búsqueda se sumarán 16 canes entrenados en seguimiento de rastros cadavéricos y de personas.
En la intervención sólo los grupos especiales GEOF y GE1 podrán llevar armamento. Los demás efectivos irán desarmados con equipamiento antitumulto.
Se les prohibió además a todos los efectivos portar celulares.
El objetivo del allanamiento es cumplir con cinco medidas judiciales urgentes durante el tiempo que éstas demanden.
En la orden, a la que accedió LA NACION, el magistrado le solicitó al Ministerio de Seguridad prever todas las medidas de seguridad y logística para un área de alta conflictividad y violencia potencial. En los últimos días, el lof ha incrementado el número de ocupantes, tanto de aborígenes como de simpatizantes de la causa mapuche. De allí la necesidad de que el ingreso se realice con fuerzas entrenadas «para contener actos de violencia», según instruye Otranto.
El magistrado alerta, con especial énfasis, en que «se instruya a las tropas para que resguarden la vida y la integridad física de todas las personas que estén en el lugar», y consigna que allí las intervenciones de las fuerzas de seguridad son respondidas con «elevada violencia, con el aditamento de que allí viven mujeres y niños».
Otranto ordena «realizar una búsqueda exhaustiva en el interior del cauce del río Chubut en toda la extensión del predio», tarea que le encomienda a los buzos de la Prefectura y de la Policía Federal que ya están recorriendo el río en zonas alejadas a la comunidad.
El juez requiere además «el ingreso a cada una de las viviendas ubicadas en el predio» a fin de determinar si han quedado en el lugar pertenencias de Santiago Maldonado. Menciona especialmente el instrumental que utilizaba el joven para realizar tatuajes: un horno de esterilización, una máquina tatuadora de bronce y una cámara digital Canon con la que registraba sus trabajos. Exige que se busque también su mochila negra con franjas verdes, de tamaño mediano, y su campera negra.
Del mismo modo, Otranto requiere pericias con canes entrenados de las divisiones de Cinotecnia para «determinar si las personas que se encuentren en ese momento en el predio tienen la misma huella de olor que las tres prendas que fueron aportadas por la comunidad al proceso judicial afirmando que pertenecían a Santiago Maldonado».
El juez detalla que el rastrillaje con los canes se hará en las 1250 hectáreas del predio ocupado e instruye que a los perros adiestrados en búsqueda de personas en grandes áreas, se sumen los especializados en rastros cadavéricos.
De esa manera, Otranto intenta descartar una segunda hipótesis que apunta a que Maldonado puede haber sido enterrado en el territorio por la comunidad mapuche.
Fuente:Lanacion