En una negociación que llega incluso hasta el papa Francisco –cuyo consenso es fundamental–, las autoridades religiosas buscan poner fin a una de las disputas más viejas al interior de la Iglesia: una fecha global de Pascuas, la cual provoca desacuerdos desde hace unos 1.600 años.
El arzobispo de Canterbury, Justin Welby, busca fijar el día de Pascuas e implementar el cambio dentro de los próximos cinco o diez años. De concretarse, el movimiento tendría probablementeefectos en los calendarios escolares y en otras industrias estacionalmente-dependientes, según consignó el diario británico The Independent.
Welby explicó que consultará con el Sumo Pontífice argentino, con el papa copto Teodoro II y con el patriarca de Constantinopla, Bartolomé I, para negociar un cambio de fecha. Es poco probable que una modificación de este tipo se lleve a cabo sin el consentimiento pleno de estas autoridades. «Me gustaría verlo antes de retirarme», manifestó el arzobispo de Canterbury.
El arzobispo de Canterbury, Justin Welby
Francisco ya ha discutido el cambio de la fecha de Pascuas. «Tenemos que llegar a un acuerdo» sobre el cambio de la fecha, dijo el año pasado en una reunión de sacerdotes de todo el mundo.
Sin embargo, Welby advirtió que las iglesias han intentado desde el siglo X fijar la fecha festiva, que se establece con referencia a la luna y el sol.
Las reglas para determinar la fecha de Pascua se encuentra en el concilio de Nicea del año en el 325, convocado por el emperador romano Constantino. Allí se estableció que se debería conmemorar entre el 22 de marzo y el 25 de abril en aquellos lugares donde se utiliza el calendario gregoriano.
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No obstante, las fechas establecidas por las diferentes iglesias cristianas fueron muchas veces distintas en los 1.690 años transcurridos desde entonces debido a que se utilizan como diferentes calendarios. Por ejemplo, las iglesias ortodoxas suelen celebrar Pascua una semana después.
El fundamento legal para cambiar la fecha está escrito desde la Ley de Pascua aprobada por el Parlamento del Reino Unido en 1928 y que establece que la Pascua debe ser entre el 9 y el 15 de Abril. Empero, para que sea cambiado, las iglesias deben ratificarla.
Francisco con el Patriarca de Constantinopla
Reuters
Desde el siglo IV, la fecha de la Pascuas cae en el primer domingo posterior al primer plenilunio del equinoccio primaveral. Esto significa que puede variar mucho de un año a otro, lo que ha producido encontronazos, confusión e inconvenientes.
En 1990, el Vaticano aprobó una propuesta para fijar una fecha, que quedó sujeta a un acuerdo con otras iglesias cristianas y gobiernos, el cual aún no fue alcanzado.