Luego de 20 años de negociaciones, se estableció un entendimiento para que los dos bloques económicos puedan intercambiar bienes y servicios.
La predisposición política de Mauricio Macri, asociada al apoyo sin condicionamientos de Jair Bolsonaro, terminó con una negociación perpetua de 20 años y logró que se firmara un acuerdo histórico entre el Mercosur y la Unión Europea. Este inédito tándem geopolítico entre Argentina y Brasil -que superó antiguos recelos regionales- puso tanta presión en la UE que finalmente todas las resistencias quedaron superadas.
Pero Macri y Bolsanaro no estuvieron solos: al otro lado del Océano Atlántico, Ángela Merkel(Alemania), Pedro Sánchez (España), y finalmente Emmanuel Macron (Francia), a pesar de sus resistencias políticas, permitieron a los dos bloques llegar a un acuerdo político que abre un capítulo inédito en las relaciones del Mercosur con la Unión Europea.
Faurie y Sica en Bruselas
Cerca de las 2 AM del sábado en Osaka, y casi las 19 del viernes en Bruselas, Jorge Faurie marcó el número del celular de Mauricio Macri. El presidente aún dormía, y Faurie dejó grabado un mensaje con los gritos de alegría del ministro Dante Sica, que no podía parar de festejar el acuerdo histórico.
Ese mensaje, textual, decía:“Hola señor presidente. Perdón presidente por despertarlo. Perdón pero ya estamos, eh. Ya estamos”, dice Faurie.Sica lo interrumpe y agrega:“Tenemos acuerdo. Tenemos acuerdo, presidente.”Y Faurie, remata: “se firmo el acuerdo, ya está.”Este el vídeo que muestra cuando Faurie y Sica dejan el mensaje a Macri.
Minutos más tarde, el presidente logró comunicarse con Faurie. Y en esa llamada telefónica, Faurie descargó toda su emoción por haber liderado una negociación que ya es histórica. Esto es lo que le dijo el canciller a Macri:
«Presidente, lo felicito. En su presidencia se logró 20 año de negociación. Tenemos acuerdo unión Europea – Mercosur.»
Macri también se emocionó. Y agradeció la gestión al canciller y a toda la delegación argentina que negoció en Bruselas, y cortó la comunicación pata contar la novedad a Marcos Peña y Fulvio Pompeo, dos funcionarios que respaldaron la iniciativa presidencial desde la llegada de Cambiemos a Balcarce 50.
Antes que Faurie llamara al cuarto de Macri en el hotel Sheraton de Osaka, toda la delegación argentina festejó junto a sus colegas del Mercosur y de la Unión Europea. Después de tantas horas de tensión, sin dormir, y sujetos a extrema presión política, los aplausos estallaron al unísono.
Macri en Osaka
Mientras Faurie y Sica lideraban las negociaciones en Bruselas, Macri intentaba despejar los últimos obstáculos políticos. En este contexto, el presidente acercó posiciones entre Bolsonaro y Macron, que están enfrentados por la viabilidad del Acuerdo de París sobre cambio climático.
Para Bolsonaro, ese tratado multilateral es una pérdida de tiempo; para Macron, en cambio, el Acuerdo de París es una pieza legal clave para proteger la ecología mundial. Macri conoce las diferencias entre los dos jefes de Estado y logró improvisar una reunión trilateral para acercar posiciones. Si la reunión no prosperaba, toda la negociación en Bruselas podía quedar congelada hasta el 2020.
El protocolo de la delegación argentina consiguió una sala y los tres presidentes enfilaron a la reunión de buenos oficios. Al principio, el clima estaba espeso, pero Macri logró aflojar la tensión y Bolsonaro dio el primer paso. «Si sos amigo de mi amigo -le dijo el presidente de Brasil a Macron-, sos mi amigo«.
Y a partir de allí, el cónclave se distendió y la información voló hasta Bruselas sin escalas. La negociación podía encarrilarse y avanzar sobre todos los aspectos técnicos que aún faltan responder.
Antes del encuentro inesperado entre Bolsonaro y Macron, Macri mantuvo un puñado de reuniones informales con Merkel, Macron, Pedro Sánchez -jefe de Estado español- y Jean-Claude Juncker, que es el presidente de la Comisión Europea. Todos interesados en las negociaciones en Bruselas, todos empujando para que se cierre el “Acuerdo Político” entre el Mercosur y la UE.
El apoyo de Alemania, España, los Países Bajos, la predisposición final de Francia de aceptar que el acuerdo era importante, más el apoyo de Brasil, Paraguay y Uruguay terminaron de consolidar un hecho histórico e inédito: no existe en el sistema internacional un acuerdo de estas características entre dos bloques económicos tan importantes a nivel global.
Fuente: infobae