La reunión pone fin a las especulaciones respecto a la relación entre el Sumo Pontífice y el nuevo presidente argentino. El hecho de que el ex arzobispo de Buenos Aires no se haya comunicado con el flamante mandatario para felicitarlo por su triunfo en las elecciones despertó todo tipo de interpretaciones.
Ninguna regla diplomática lo obligaba a hacerlo, pero algunos dirigentes de Cambiemos esperaban el gesto. Antes que él, otros Papas más aferrados al ceremonial hicieron excepciones a esta regla, como Benedicto XVI, que en su momento llamó a Barack Obama para felicitarlo.
La primera comunicación oficial entre ambos después del triunfo de Macri se produjo el 17 de diciembre del año pasado, cuando el Presidente llamó por teléfono al Papa para saludarlo por su 79º cumpleaños.
El 10 de diciembre, cuando el líder de Cambiemos asumió como sucesor de Cristina Kirchner, el Sumo Pontífice envió a la ceremonia al arzobispo paraguayo Eliseo Ariotti. En un correo electrónico que envió a la periodista Alicia Barrios que Infobae reveló en exclusiva, Bergoglio le explicó: «Para que tengas el dato preciso, el protocolo de la Santa Sede prevé que en la asunción de un Presidente de la República el Papa sea representado oficialmente por un Nuncio apostólico de un país vecino. En este caso reciente de Argentina fue el nuncio en Paraguay, monseñor (Eliseo) Ariotti. Por tanto, cualquier otra persona que se haya atribuido representación del Papa ha faltado a la verdad y ocupado un puesto que no le corresponde».