Fuentes del massismo confirmaron que el ahora ex candidato presidencial estuvo reunido esta tarde primero con De la Sota, su compañero de fórmula Gustavo Sáenz, el ex ministro de Economía Roberto Lavagna y su virtual jefa de campaña Graciela Camaño. Luego se sumaron a la conversación para delinear los primeros ejes del documento el ex gobernador bonaerense Felipe Solá y el reelecto intendente de San Miguel, Joaquín de la Torre.
Tras la reunión, Lavagna se llevó el primer borrador del texto para darle una pulida final. Los dirigentes que estuvieron presentes en la reunión se comprometieron a mantener en secreto su contenido hasta su presentación.
«Hay dos grandes derrotados: Cristina Kirchner y los encuestadores«, dijo Sáenz al finalizar el encuentro. Aunque quedaron fuera de la carrera presidencial, anoche en el búnker de Tigre surgió una nueva esperanza: si Macri llegase a ganar las elecciones, el dúo Massa-De la Sota quedaría en buena posición para pelear por el liderazgo del Partido Justicialista (PJ).
La lucha contra la corrupción, clave para las conversaciones
El documento incluirá posicionamientos en materia de educación y seguridad. Esta tarde, Massa estuvo reunido con Gustavo Iaies y Diego Gorgal, jefes de sus respectivos equipos en la materia, para delinear los ejes que incorporará.
Además, como adelantó este medio el domingo a la noche, la exigencia de que se investiguen los casos de corrupción será un eje central del texto. Ese punto, que es casi imposible que Daniel Scioli acepte negociar, allanaría el camino para que las conversaciones sean sólo con Mauricio Macri y el frente Cambiemos.
De la Sota aconsejó que ese texto no sea puesto a debate en el encuentro que Massa había imaginado en La Falda por las dificultades que tendrán periodistas y dirigentes de todo el país para hacer las conexiones aéreas y llegar hasta allí. Por eso, el documento será presentado este miércoles en un acto en la Ciudad de Buenos Aires.
Todavía queda por ver qué recibimiento tendrá en el massismo. Sus dirigentes están hoy divididos entre quienes se sienten más cerca de Daniel Scioli, como Alberto Fernández o José Ignacio de Mendiguren, y quienes su rechazo al kirchnerismo los acerca a Cambiemos, como puede ser la propia Malena Massa.
En el horizonte siempre asoma también la posibilidad de dar libertad de acción a los militantes del partido, bajo el riesgo de que provoque en su fuerza una grieta difícil de reparar. Evitar fisuras y conducir su partido hacia el ballotage es el primer desafío que debe enfrentar ahora Sergio Massa.