Tres de tres. Argentina terminó la 1ª fase con 100% de triunfos en el Mundial de Básquet luego de un partido durísimo y muy luchado ante Rusia en la sede de Wuhan. Campazzo, con 21 tantos, 6 rebotes y 6 asistencias fue figura, como los 15 robos (y 20 pérdidas que generó) de un equipo que sigue en camino con buenas sensaciones y ganó 69-61.
El partido era clave porque para la 2ª ronda que arranca este viernes, los clasificados arrastran los puntos logrados en la ronda inicial. Además, porque en este torneo hay 16 plazas disponibles a los Juegos Olímpicos. En cuanto a los países americanos, se ponen dos en juego para los que mejor terminen el certamen. En ese sentido, Estados Unidos, Brasil y República Dominicana (los tres juegan este jueves) suman dos victorias y parecen ser los rivales de la Selección.
Esta tercera presentación nacional se presentó rápidamente como una lucha defensiva. Los dos equipos erraron sus primeras cuatro ofensivas. Y si bien el seleccionado largó 6-0, los rusos se acomodaron mejor para cerrar con el 17-12.
En el segundo, Argentina fue más agresiva en defensa y, con seis robos, arrancó 15-0 ante la mirada incrédula de las torres de Rusia, equipo que gana en altura pero, con movilidad y presión, los argentinos jugaban con más altura en el resultado. Los 10 tantos de Scola ayudaron para que el PT cerrara 39-33 a favor.
El tercero fue mejor todavía, gracias a la aparición clave de Delía, pivote nacional de 2,11 metro, jugador del Fuerza Regia del Monterrey mexicano, que aportó 8 tantos. En un juego sin facilidad para los ataques, esa cifra resultó fundamental para que el equipo se fuera tranquilo a esperar el último chico: 53-40.
Naturalmente no era negocia para Rusia, que veía cómo se le escapaba el partido. Sergey Bazarevich pegó un par de gritos y sus dirigidos largaron más enchufados. Coincidió con un quedo nacional, que obligó a pedir minuto a Sergio Hernández apenas con 1m27s en el reloj tras un parcial 5-0 del rival. La falta de defensa (en especial a Garino) fue la razón del enojo de Oveja.
La historia no cambió: Rusia llevó su racha a 11-0 en 2m58s antes de los dos libres de Campazzo (55-51). Desde ese momento, cada pelota pesaba diez kilos y las ofensivas eran oro. Los rusos se pusieron a dos (57-55) y hasta pudieron pasar varias veces al frente, pero Garino, de vuelta en cancha, volvió a ser clave en defensa y generó tres recuperos fundamentales. Dos faltas a él, le permitieron clavar dos libres y estirar a 62-57 cuando faltaban 2m36s. Ufff…
El final, como mandaba el partido, fue agónico. Fallo de acá, pérdida de allá, Argentina mantenía la brecha hasta que Andrei Sopin la embocó para poner a su equipo a dos, 61-63, a falta de 37s. Sin embargo, Campazzo metió cuatro puntos para que el alma volviera al cuerpo. 69-61. Fin.
Fuente: diario Olé