Como si fuera Roger Federer pero aún más egocéntrico. Como si replicara la alianza de las firmas deportivas con Michael Jordan o Lionel Messi. Como si llevar su marca en el cuerpo sea un símbolo de status en vez de ícono violento. Aunque parezca mentira, Rafael Di Zeo sacó su propia línea de ropa deportiva bajo las siglas RD en tamaño gigante y por detrás de las mismas su rostro canoso, el que inconfundiblemente quedó grabado en tantos momentos de violencia en el fútbol argentino.
Mientras espera por un juicio oral acusado de autor intelectual de la batalla que dejó dos muertos en la interna de Boca en 2013, en tanto aguarda otro juicio por encubrimiento de un secuestro extorsivo en 2015 y mientras sigue investigado en una tercera causa en Comodoro Py iniciada en febrero de 2020 por una supuesta asociación ilícita que no sólo incluye temas de fútbol sino también otros asuntos ilegales, el líder de La Doce decidió involucrarse en el negocio de la moda pero no sólo con marca propia, sino también gerenciando las de la barra porque en una movida que produjo ruido interno, las patentes de las marcas están registradas a nombre de su actual pareja y de su hombre más fiel en asuntos comerciales en la historia de La Doce. Y con la particularidad de que el club objetó a otros que quisieron hacer lo mismo pero dejó al inefable Rafa actuar sin problemas. Porque está claro que pasan los dirigentes, pasan los jugadores, pero el hombre queda.
La historia se potenció con la pandemia y la cuarentena, dado que un montón de los negocios de cancha que usufructuaba la barra se vinieron a pique primero sin los partidos y después sin público en los estadios. Es así que la ropa que se confeccionaba en los talleres que abastecen a La Salada y se vendía en las inmediaciones de la Bombonera, tanto con el número 12 como marca registrada de la barra como la réplica de la indumentaria oficial de Boca, pasó a canalizarse mucho más por un sitio propio online llamado La Pecera Xeneize 12 con retiro presencial en un local del microcentro.
Y como todo queda en familia, Rafa posa a lo Iván de Pineda con su propia remera que cuesta 1590 pesos y su hija mayor Rocío modela las prendas para el público femenino que quiera también ser parte estética de la barra. Y como si fuera poco, parte de las otras prendas masculinas las muestra el ex arquero Pablo Migliore, quién en 2013 y cuando atajaba en San Lorenzo estuvo preso 45 días acusado de encubrir al jefe de La 12 por entonces, Maximiliano Mazzaro. Ah, también se destaca en la página web un video de Ramón Wanchope Ábila invitando a los hinchas a adquirir la ropa de la barra. Porque a Di Zeo pocos le dicen que no.
El tema es que las prendas tienen el logo del líder, o las marcas Jugador Número 12 o Los dueños de la historia. La primera marca y con la que se conoce desde siempre a la barra de Boca está registrada hasta 2028 en favor de la empresa Tiro Libre S.A., cuyo titular es Hugo Adrián Gutiérrez que según los registros judiciales es el mismo Hugo Gutiérrez que tuvo derecho de admisión por formar parte de La Doce y es íntimo amigo de Di Zeo, a punto tal que en todo lo que tenga que ver con negocios es su hombre de cabecera. Es más, Gutiérrez fue quién en 2001 se presentó ante la Comisión Directiva de la institución junto a Santiago Lancry como popes de la agrupación Movimiento Número 12, un intento fallido de blanquear a la barra al estilo la vieja Fundación Número 12 que había instaurado José Barritta, el Abuelo.Playjugadores de Boca promocionan negocio de LA 12
La otra marca, Los dueños de la historia, está a nombre de Mirta Carolina Condello, actual pareja de Rafael Di Zeo. En este caso, tiene la titularidad hasta 2025. Lo paradojal de esta situación es que cuando Maximiliano Mazzaro en 2005 tomó el poder de la barra, quiso registrar para sí la marca Jugador Número 12 Presente y Boca se lo bloqueó presentando su oposición en el Instituto Nacional de la Propiedad Intelectual, alegando que la marca La 12 está registrada por la institución, lo cual es rigurosamente cierto, ya que Boca posee esa propiedad desde 1999 y la renovó hasta 2026. Y se opuso cada vez que un particular intentó registrar alguna variación, como cuando la empresa Telegames pidió poder usar La Doce para usufructuarlo como servicio de entretenimientos. Y siempre logró su cometido. En cambio ni se le ocurrió presentarse para objetar que Jugador Número 12 era similar a La 12, por lo que Gutiérrez, a la sazón Di Zeo, no tuvo problemas en registrarla y que todas las regalías vayan para la empresa Tiro Libre SA.
A toda esta movida se suma también la participación de Di Zeo en un video del rapero Zaramay en su última canción llamada “No me ronquen” donde el músico viste, obviamente, la ropa de la marca Jugador Número 12 y una negociación por ahora trunca para hacer una serie sobre la barra. Todo este movimiento generó cierto ruido en un grupo de la barra que antes recibía vituallas gracias a la cancha y que ahora dice quedar fuera de los negocios que genera el líder en la pandemia y que lo que reparte son migajas de un negocio que ellos no pueden auditar.
Por eso llamó la atención la reunión de viejos caudillos en la zona de la calle Irala cerquita a la Plaza Matheu, lugar histórico de La Doce del Abuelo y de su antecesor, Quique el Carnicero. En el último mes se juntó gente como el legendario Santiago Lancry, uno de los Melli Fernández que siempre estuvo en el paravalanchas principal, Adrián Silva, sobrino de un histórico lugarteniente del Abuelo y hombre fuerte de la zona de Caminito y el mayor de los hermanos Varela, con peso en todo el área que rodea a la Bombonera. Ellos dicen que sólo fue para recordar buenos tiempos pero el rumor que corre por las calles es que el barrio quiere volver a tener gente propia en el manejo de los beneficios. Mientras, Di Zeo hace oídos sordos a esas versiones y ofrece su marca RD con su cara detrás. Canosa y sonriente, sintiéndose como siempre el dueño de la barra de Boca.
Y como todo queda en familia, Rafa posa a lo Iván de Pineda con su propia remera que cuesta 1590 pesos y su hija mayor Rocío modela las prendas para el público femenino que quiera también ser parte estética de la barra. Y como si fuera poco, parte de las otras prendas masculinas las muestra el ex arquero Pablo Migliore, quién en 2013 y cuando atajaba en San Lorenzo estuvo preso 45 días acusado de encubrir al jefe de La 12 por entonces, Maximiliano Mazzaro. Ah, también se destaca en la página web un video de Ramón Wanchope Ábila invitando a los hinchas a adquirir la ropa de la barra. Porque a Di Zeo pocos le dicen que no.
El tema es que las prendas tienen el logo del líder, o las marcas Jugador Número 12 o Los dueños de la historia. La primera marca y con la que se conoce desde siempre a la barra de Boca está registrada hasta 2028 en favor de la empresa Tiro Libre S.A., cuyo titular es Hugo Adrián Gutiérrez que según los registros judiciales es el mismo Hugo Gutiérrez que tuvo derecho de admisión por formar parte de La Doce y es íntimo amigo de Di Zeo, a punto tal que en todo lo que tenga que ver con negocios es su hombre de cabecera. Es más, Gutiérrez fue quién en 2001 se presentó ante la Comisión Directiva de la institución junto a Santiago Lancry como popes de la agrupación Movimiento Número 12, un intento fallido de blanquear a la barra al estilo la vieja Fundación Número 12 que había instaurado José Barritta, el Abuelo.
La otra marca, Los dueños de la historia, está a nombre de Mirta Carolina Condello, actual pareja de Rafael Di Zeo. En este caso, tiene la titularidad hasta 2025. Lo paradojal de esta situación es que cuando Maximiliano Mazzaro en 2005 tomó el poder de la barra, quiso registrar para sí la marca Jugador Número 12 Presente y Boca se lo bloqueó presentando su oposición en el Instituto Nacional de la Propiedad Intelectual, alegando que la marca La 12 está registrada por la institución, lo cual es rigurosamente cierto, ya que Boca posee esa propiedad desde 1999 y la renovó hasta 2026. Y se opuso cada vez que un particular intentó registrar alguna variación, como cuando la empresa Telegames pidió poder usar La Doce para usufructuarlo como servicio de entretenimientos. Y siempre logró su cometido. En cambio ni se le ocurrió presentarse para objetar que Jugador Número 12 era similar a La 12, por lo que Gutiérrez, a la sazón Di Zeo, no tuvo problemas en registrarla y que todas las regalías vayan para la empresa Tiro Libre SA.
A toda esta movida se suma también la participación de Di Zeo en un video del rapero Zaramay en su última canción llamada “No me ronquen” donde el músico viste, obviamente, la ropa de la marca Jugador Número 12 y una negociación por ahora trunca para hacer una serie sobre la barra. Todo este movimiento generó cierto ruido en un grupo de la barra que antes recibía vituallas gracias a la cancha y que ahora dice quedar fuera de los negocios que genera el líder en la pandemia y que lo que reparte son migajas de un negocio que ellos no pueden auditar.
Por eso llamó la atención la reunión de viejos caudillos en la zona de la calle Irala cerquita a la Plaza Matheu, lugar histórico de La Doce del Abuelo y de su antecesor, Quique el Carnicero. En el último mes se juntó gente como el legendario Santiago Lancry, uno de los Melli Fernández que siempre estuvo en el paravalanchas principal, Adrián Silva, sobrino de un histórico lugarteniente del Abuelo y hombre fuerte de la zona de Caminito y el mayor de los hermanos Varela, con peso en todo el área que rodea a la Bombonera. Ellos dicen que sólo fue para recordar buenos tiempos pero el rumor que corre por las calles es que el barrio quiere volver a tener gente propia en el manejo de los beneficios. Mientras, Di Zeo hace oídos sordos a esas versiones y ofrece su marca RD con su cara detrás. Canosa y sonriente, sintiéndose como siempre el dueño de la barra de Boca.
Por: Gustavo Grabia
Fuente: infobae