Marcos Delía y una charla a fondo en «La entrevista de la semana». La Selección, el Mundial, el grupo, la ACB, Joventut, Murcia y más.-¿Cómo están viviendo este presente en Joventut, donde las cosas están saliendo más que bien?
-Uno como jugador siempre quiere estar al máximo y competir, y siento que hoy vivimos un gran momento como grupo. Estamos jugando muy bien, compitiendo siempre, y eso nos permite ganar partidos importantes, nos permite mostrar nuestro juego. Tengo la suerte de que esté Nico (Laprovittola) conmigo, quien me ayudó mucho en la adaptación, y poder disfrutar este momento con él es mucho más lindo.
-¿Cómo está siendo esa adaptación al equipo? No es fácil sumarse a mitad de temporada…
-Es como decís, no es fácil. Pero estamos en un grupo especial, con muchos jóvenes que tiran para el mismo lado. Hay un buen ambiente de trabajo y eso es fundamental, para jugar bien y ganar partidos, pero también para facilitar, como fue en mi caso, la adaptación a los que van llegando. Es un equipo ideal para eso, es especial.
-¿Cuánto influyó Laprovittola en tu llegada?
-Yo estaba en una situación que no era buena para mí en Murcia, y lo hablé con él -como lo hice con otra gente- porque es un amigo, tengo una relación que va más allá del básquet. Me comentó que había un jugador en mi posición que estaba lesionado, que iba a tener que parar y que se iba a perder el resto de la temporada, y que en el club había interés por ficharme. Me comentó la situación, pero no insistió. Yo conocía mi situación en Murcia, y creía que lo mejor para mí era un cambio. Lo hablé con Murcia, manifesté mi postura, la entendieron, llegamos a un acuerdo y terminé saliendo.
-¿Por qué decís que lo mejor para vos era un cambio en Murcia?
-Lo primero que tengo que decir es que estoy muy agradecido a Murcia, es la verdad, es el lugar que me abrió la puerta de Europa, tengo un montón de amigos y gente que quiero allí. Pero profesionalmente sentía que no estaba avanzando, y el ambiente para mí no era bueno. Por eso terminé tomando la decisión.
-¿Te sentías estancado en tu juego?
-Yo tenía un rol en el equipo, pero a veces uno en su carrera busca nuevos caminos y desafíos que piensan que pueden ser mejor. Yo elegí venir a Badalona y me puede salir muy bien o muy mal. Yo no sabía y no sé cómo terminará mi camino acá. Pero estoy contento con mi decisión, siento que me hizo crecer como persona, que llegué a un buen lugar y que trabajo día a día para ayudar al equipo. Estoy en paz con mi decisión.
-¿Te dolieron las declaraciones que se hicieron ante tu salida, sobre todo del entrenador de ese momento, quien te criticó por la decisión?
-Sí, me dolieron. Eran cosas que habíamos hablado en privado, y en ese ámbito no mostraron esa postura. Me dijeron que lo entendían, que estaba todo bien y que me podía ir tranquilo. Después se hicieron esas declaraciones y me dolieron. Ellos mostraron sus sensaciones, y yo no tuve lugar a decir nada. Tampoco quise hacerlo en su momento porque me parecía que era agregarle leña al fuego, entonces lo dejé pasar. Pero sí, esas declaraciones me molestaron. Yo me fui tranquilo por lo que hablamos con la gente de Murcia. Y por más que me dolieron las declaraciones, estoy muy agradecido al club por abrirme las puertas, porque estuve ahí mucho tiempo y porque entendieron mi situación y me dejaron salir sin problema.
-Volviendo a Joventut, ¿cómo se vive esta explosión que está teniendo Nico Laprovittola? Porque nosotros tenemos nuestra mirada a la distancia, pero en la ciudad y en toda España debe ser especial también.
-Dentro del equipo, él ya contaba con el respeto antes de esas súper actuaciones. Es un jugador conocido y el año pasado llegó en una situación complicada y ayudó muchísimo para que el club se salvara. Tiene mucho respeto de sus compañeros y entrenadores. En la ACB también lo respetan muchísimo. Me tocó llegar hacía muy poco y justo lo pude ver contra Gran Canaria, y nunca había visto a nadie meter 40 puntos en vivo. Fue algo tremendo. Después vino lo de Baskonia en la Copa del Rey, con la gente gritando «MVP» en la tribuna… Fue algo fuerte, para mí que lo conozco como amigo, y algo fuerte también para él. Seguramente se le pasaron muchas cosas por la cabeza. Tiene el reconocimiento del equipo, de la liga y de la gente, y pienso que es un serio candidato a ganar el MVP, porque lidera en muchos aspectos de juego y hace mucho mejor a un equipo.
-Te voy a meter en un problema quizás, pero recuerdo que elegiste el mejor quinteto de tu carrera para la web de ACB, y lo pusiste a Facu Campazzo como base. ¿Hay conflicto de intereses?
-(Risas). Es verdad, pero nunca había jugado en un equipo con Nico. Ahora tiene que estar sí o sí, así que jugamos con doble base (risas).
-Bromas al margen, se viene un partidazo contra Real Madrid este sábado. ¿Cómo se vive, sobre todo por el hecho de volver a cruzarse tras aquella semifinal de Copa del Rey?
-En esta Liga siempre es especial jugar contra Real Madrid, Barcelona o Baskonia. Es muy motivante, porque se entiende el talento y buen equipo que tienen. En la semana, de todas maneras, tratamos de pensar más allá del básquet y enfocar en lo mental, pensando que nosotros también somos un buen equipo, que hoy en día estamos cuartos en la Liga, algo que no es fácil, y sabiendo que nosotros les podemos ganar si hacemos bien nuestro trabajo. Llegamos con muchas ganas.
-¿Cómo se vive ese duelo entre Campazzo y Laprovittola? Quizás cuesta dimensionar que dos de los mejores bases del país están en una situación de elite mundial.
-Seguro, y no te olvidés de Luca Vildoza. O sea, tenemos tres jugadores top en una posición, y no es fácil. El duelo de Facu y Nico siempre está. En la Copa fue especial porque Nico venía de los 50 de valoración, y el Madrid lo fue a buscar desde el minuto 0, lo defendieron con tres jugadores distintos en todo el partido. Pero siempre es lindo ver cuando se enfrentan Facu y Nico, son los dos muy talentosos y siempre tienen cosas lindas para el espectador. Siempre se sacan chispas.
-¿Cómo te sentís después de estos años en España, estás establecido con tu juego?
-Yo me encuentro cómodo desde lo deportivo. Como jugador uno siempre quiere un poco más, pero mirando para atrás valoro el poder estar tres temporadas seguidas en ACB, en equipos que compiten y están siempre peleando. Tengo ganas de mantenerme acá y dar siempre un paso hacia adelante. Siempre voy a querer más, voy a querer ser más importante en mi equipo y en la competencia. Estoy contento con lo que logré, pero sin dudas que quiero más.
-Te cambio de tema y te paso a la Selección, porque vienen de cerrar un proceso de Eliminatorias más que positivo. ¿Qué te dejó el proceso, más allá de la clasificación?
-Me dejó contento. Primero, porque desde la primera ventana aprendimos de qué se trataba, cómo entrenarnos, cómo jugar los partidos haciendo que se nos vaya esa sensación de partido amistoso que quizás podían llegar a tener. Era raro al principio, pero el equipo siempre tuvo voluntad y madurez para aprenderlo. Pero lo que más rescato es que se formó un grupo y se trabajó con una idea, que ya se había visto en la AmeriCup, pero que se hizo más patente en las Eliminatorias. Esas cosas fueron fundamentales, más allá de la clasificación.
-¿Cómo viviste el hecho de ser capitán en esa última ventana, qué significó para vos?
-Lo viví con mucha alegría. Al principio no caía mucho, pero cuando se acercaban los partidos lo pensaba más. Quedé muy contento, porque en lo nuestro nadie te regala nada. Todo lo que logran los jugadores es a base de constancia y trabajo. Lo sentí como un premio a estar, a poder ayudar al equipo cada vez que me necesitó.
-Llevás 35 partidos seguidos con la Selección. ¿Te pusiste a pensar en lo que significa?
-A veces parece una estadística más, un número a la pasada. Si me pedís que lo analice, quiere decir que nadie me regaló nada, y que si los entrenadores consideraron que tenía que estar era porque podía ayudar al equipo. Y eso para mí es la sensación más linda, cuando uno siente que ayuda al equipo en lo que sea. Es uno de los mejores premios. Trato de verlo por ahí. Mi compromiso y el tratar de estar siempre también lo marcan.
-¿Sentís que a veces no se reconoce el esfuerzo que se hace para estar, viajando de un lado a otro y dejando de lado tiempo de descanso? En su momento se lo preguntaba a Nico Laprovittola, que también estaba siempre. Y, justamente, ustedes son quizás dos de los que a veces fueron cuestionados por la gente.
-A ver, por un lado se resignan y pierdes cosas, pero también ganás momentos únicos, momentos muy lindos, ganás amigos, competís contra los mejores y te ponés a prueba. Y eso es lo que trae la Selección, lo que la hace especial. Pero volviendo a la pregunta, no me pongo a pensar tanto. Con los años uno se centra en el trabajo, en tratar de hacer lo mejor posible en la cancha. Cuando estás maduro, te das cuenta de eso, y tratás de abstraerte de lo que se pueda decir, te enfocás en hacer lo mejor que puedas.
-¿Qué es para vos el liderazgo y el carácter? Te lo pregunto porque algunos han cuestionado eso de tu juego o personalidad.
-Es muy difícil y amplio el concepto. Los líderes marcan el camino día a día, marcan lo que se hace en la cancha. Son los que llevan al equipo, por ahí pasa un poco el tema. Uno se hace líder, incluso, sin hablar una palabra. Por ejemplo, yo creo que Tortu Deck es uno de los líderes de la Selección en la cancha, sin dudas. Y todos saben que él no habla, que es silencioso y que no es de esos que hacen una volcada y gritan a la tribuna. Puede haber líderes así. El liderazgo o el carácter no está emparentado a gritar.
-¿Estás ansioso por ver qué pueden hacer en el Mundial, o el día a día le gana a eso?
-El día a día lo frena un poco, pero antes de cada torneo grande siempre pasa. Aunque falten meses, uno ya lo empieza a imaginar, empieza a pensar en la concentración, en la preparación, en el torneo. Eso está siempre en la cabeza.
-¿Qué es lo que genera más ansiedad, el torneo en sí o que sea su primera gran prueba en un torneo grande como «nuevo» grupo?
-Sí, eso último. Todos sabemos que el equipo es más nuestro, que todos vamos a dar un paso al frente en las responsabilidades y que todos trataremos responder de la mejor manera. Por ahí pasa la ansiedad rumbo al Mundial.
-¿Qué te deja tranquilo del proceso de las ventanas, en cuanto al equipo, de cara al Mundial?
-Lo principal es que tenemos una idea. Nosotros sabemos cómo jugamos, cómo defendemos y lastimamos a los rivales. A veces nos cuesta más o menos, pero siempre intentamos hacer lo mismo, intentamos ser agresivos, jugar rápido, ser peligrosos con el balón. Y si vos tenés una idea, siempre te podés quedar más tranquilo porque sabés cómo vas a jugar. Si vas con eso, se pueden lograr cosas importantes.
-¿Se puede decir para qué está Argentina?
-Es muy difícil decirlo. Siempre vamos a querer salir a ganar todos los partidos que nos toquen jugar. Después sabemos que hay potencias en el torneo, que hay jugadores con muchísima experiencia en grandes equipos. Me gustaría que lleguemos todos en buena forma a la preparación y con buena química y listos para competir desde el primero partido que nos toque jugar.
-¿Lo de la química está incorporado al equipo, no? Este grupo parece muy unido y ensamblado.
-Sí, sin dudas. Es un punto fuerte que tenemos, estamos juntos y somos amigos afuera de la cancha. Es importante en este grupo, es algo que al jugador lo hace disfrutar más y te hace preparar mejor, porque se lleva con más ganas el día a día. Espero que sea algo que nos ayude a hacer un gran papel en el Mundial.
Foto: FIBA.
Leandro Fernández
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