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“Ahora ya con ganas de empezar a jugar, de estar en un equipo. Ojalá me llegue rápido la oportunidad”
Luego de su paso por el Bologña, el pivot saladillense Marcos Delía, quedó libre y sin club. El surgimiento de la pandemia mundial empeoró aún más las cosas para entrenar y conseguir rápidamente una nueva camiseta para defender. De todas maneras, el saladillense se encuentra en Bolonia, Italia, por ahora sólo entrenando: “Decidí quedarme a pasar el verano en Italia para no arriesgarme a volver a Argentina, debido a la incertidumbre generada a partir del COVID-19. De todas maneras aproveché para hacer un entrenamiento personalizado con un entrenador que hacía años que no podía. Pero ahora ya con ganas de empezar a jugar, de estar en un equipo. Ojalá me llegue rápido la oportunidad”.
Estos días han sido especiales para Marcos y para todos los integrantes del seleccionado, porque se cumplió un año de la épica en el Mundial: “Recordar lo de China es fuertísimo. Mirar para atrás y entender que tuvimos la posibilidad de jugar la final del mundo es muy fuerte. En algunos momentos era impensado, incluso para nosotros, pero trabajamos para llegar a donde llegamos, siendo conscientes de que había potencias y rivales muy poderosos para llegar a ese punto. Entendíamos que iba a ser difícil. Al momento de la final todos quedamos muy dolidos, pero yo, en lo personal, hoy con el tiempo le doy todavía mucho más valor”, comentó.
-¿Cuándo se dieron cuenta que estaban para algo grande, antes o después de Serbia?
“Personalmente, me di cuenta después del primer cuarto que le ganábamos a Serbia. Estábamos un paso delante de ellos, concentrados, sabiendo a qué jugar y viendo como ellos estaban incómodos contra nosotros. También es verdad que el hecho que Estados Unidos le ganará a Brasil y saber que ya estábamos en un nuevo Juego Olímpico, nos hizo salir a jugar sin ese peso. Nuestro objetivo siempre fue clasificar a Tokio y sabíamos que para lograrlo, debíamos llegar, como mínimo, a semifinales y nos mentalizamos para ello. Por suerte, la clasificación se dio antes”.
-¿Y cómo fue para vos saber que enfrente tendrías a Jokic, Marjanovic y toda las famosas torres serbias?
“Intente no pensar mucho en la previa del partido. Por suerte el plan defensivo salió muy bien, intentamos incomodarlos todo el tiempo a partir de Facu (Campazzo), Nico (Laprovittola) y Luca (Vildoza). Ellos son muy veloces y saber ayudar para defender esa clase de internos. Recuerdo cuando llegue a Virtus Bologna, mi entrenador era Sasha Djordjevic (entrenador de Serbia en el Mundial) y él me dijo: ‘Jugar contra equipos dinámicos y rápido como ustedes siempre nos ha costado muchísimo’.
-Luego llegó Francia y, para vos, Rudy Gobert, un pivote no tan determinante en ofensiva pero dos veces el Mejor Defensor de la NBA. ¿Cómo fue?
“Sí, es verdad, él no es tan determinante ofensivamente, como Jokic, pero es clave en los demás apartados del juego. En el amistoso en Lyon nos había hecho un desastre. Yo, entonces, intenté evitar el juego aéreo e incomodarlo para hacerlo jugar con la pelota en el piso. Salió muy bien, por suerte. Como bloque, defendimos muy bien ese partido y a ellos se los notó muy molestos”.
-¿Qué fue lo más loco que te pasó de parte de la gente tras el Mundial?
“En general el apoyo de la gente y la difusión, sobre todo de muchos medios tradicionales que no siguen al básquet, fue lo que más me impactó. Fue muy fuerte leer mensajes del público que te decían “me hacen llorar” o “me hicieron emocionar”. Es algo que a uno siempre lo conmueve”
-En definitiva, ¿qué sentís que hace especial a este seleccionado?
“Si tengo que elegir una cosa es que tenemos un líder como Luis Scola, que nos marca el camino. El grupo en general tiene la misma mentalidad, pero Luis es el puntapié inicial de todo. A partir de su mentalidad nace el compromiso, la seriedad con la que se trabaja, el comportamiento, los cuidados, todo. Tenemos debilidades, como todos, pero todo lo anterior nos hace compensar muchas cosas”.
-Por último, ¿sentís que los Juegos se hayan pospuesto un año los ayuda, les sirve para llegar mejor?
“Es difícil hacer futurología sobre Tokio, pero el compromiso y las ganas de jugar van a estar, como estuvieron en el Mundial. Garino y Vildoza son fundamentales en el grupo y posiblemente no hubieran jugado de haberse hecho este año, así que le sacamos cosas positivas a la postergación. Yo creo que vamos a estar bien y vamos a poder competir otra vez contra los mejores.