Juan Martín Del Potro tuvo que transpirar para instalarse en la segunda semana del US Open. El tandilense se sacó de encima al experimentado español Fernando Verdasco por 7-5, 7-6 (6) y 6-3, tras una dura batalla de tres horas.
Delpo, tercer preclasificado del certamen, comenzó el partido con un quiebre sobre el servicio del europeo. Pero la alegría duró poco: el tenista de 34 años y 32° en el ranking de la ATP emparejó las acciones cuando le robó el saque al argentino en el cuarto game.
El nuevo quiebre se produjo en el undécimo game, cuando la Torre arrasó con un 40-0 para encaminar el primer set, el cual se llevó por 7-5 tras 54 minutos.
La historia arrancó parecida en la segunda manga, donde el argentino se quedó desde el principio con el saque del español y se adelantó por 2-0. Sin embargo, volvió a ceder su saque en el cuarto game.
Hubo un momento de tensión y malestar. Fue cuando el 3 del escalafón mundial le reclamó al umpire James Keothavong que un espectador había gritado «out» ante un disparo de su rival y lo desconcentró.
«¿Viste dónde me gritaron? En medio de un break. Lo tenía al lado, no fue una chica, fue un tipo, gritó mala y yo pensé que la había cantado el juez de línea. El error fue mio por no mantener la calma y seguir concentrado, es algo que tengo que revertir para el próximo partido porque estas cosas pasan», explicó Delpo terminado el partido.
Con el argentino un poco ido, el español levantó su nivel y llevó la definición al tie break. Del Potro se adelantó 6-4 pero el revés lo traicionó en dos oportunidades.
El dramatismo terminó cuando consiguió un tercer set point y lo cerró de manera mágica: tras un intenso peloteo, sacó su martillo con un derechazo cruzado. El festejo estuvo acompañado por un estruendoso grito de desahogo.