Todo parecía destinado al 0-0. Eran un cúmulo de aproximaciones que se diluían en tres cuartos de cancha. El colombiano Frank Fabra había sido el más peligroso para un Boca que siempre fue un poquito más que Racing en un partido muy chato. Hasta que faltando siete minutos, Gago -de buen rendimiento- administró la pelota en la puerta del área. Tocó a la derecha para Pavón, que encaró y sacó el centro cruzado y bajo. La pelota cruzó sin que tres defensores pudieran rechazarla y Lodeiro puso el 1-0.
Fue un choque pobre y con escasas situaciones, pero el premio final fue para el equipo que más había intentado. Y fue un premio con yapa debido a que Boca saltó a la cima del grupo 3, con 9 puntos y sacó pasaje para los octavos de final de la Copa. Es el primer equipo argentino que lo logra. Racing, por su parte, pasó a ser escolta en el grupo 3, con 8 unidades y deberá definir su futuro la semana próxima en la altura de La Paz.
Los dos sabían que el choque en Avellaneda era vital para el futuro en la Copa Libertadores. Se conocen, se respetan, saben del potencial del otro y por eso no fue extraño que en el choque en la Bombonera no se hayan sacado ventajas. Esta vez, el precio de una derrota resultaba aún más caro.
En las formaciones la apuesta de Facundo Sava resultaba sorpresiva y audaz. El DT de Racing apostó otra vez por el tridente Lisandro-Milito-Bou como en el choque anterior contra Deportivo Cali. Y Boca respondía reforzando el mediocampo, con el ingreso de Pablo Pérez por Carrizo, con algunas molestias físicas.
El choque arrancó con todo. Videla llegó tarde a la dividida con Pablo Pérez y le dio un planchazo tremendo que fue amarilla pero podía haber sido expulsión.
La pelota y el dominio fue de Boca en un primer tiempo chato, con muchos avances pero pocos ataques profundos. Fernando Gago se hizo eje en el medio. Y el equipo del Mellizo manejaba el ritmo con pases cortos: Pérez, Lodeiro, Gago; con Fabra pasando por la banda izquierda.
Del lado de Racing, poco y nada. Le dejaba la iniciativa al rival y se paraba de contra. Solo inquietó en algún bochazo para Bou, que quedaba muy aislado.
El segundo tiempo arrancó con el mismo ritmo cansino de la primera parte. A los 4 minutos, Frank Fabra sacó el partido de la modorra con un buena proyección por izquierda y un remate fuerte y cruzado que salió ancho.
Racing nunca pudo encontrarle la vuelta al partido. Romero no se hizo manija, el ingreso de Acuña no sirvió para equilibrar el mediocampo y los delanteros, que siempre se generan su propia situación de gol, esta vez lucieron muy estáticos, fuera del circuito de juego. Y sufría en defensa por la banda derecha con las proyecciones del colombiano Fabra, el más punzante de Boca.
El gol llegó por el otro costado. De la mano de Gago, el más parejo del equipo, con un buen desborde Pavón y el toque puntual de Lodeiro. Así, Boca, que parecía más complicado, se convirtió en el primer equipo argentino en llegar a octavos de final. Y Racing, que llegaba confiado, vuelve a entrar en dudas y deberá jugarse su futuro la semana próxima en La Paz, frente al Bolívar.