Igualaron 0-0. En el local vio la roja Carlos Izquierdoz, mientras que Pablo Pérez se fue expulsado en el Rojo. El Xeneize quedó como escolta, tres puntos por debajo del Millonario.
Flojísimo. Así fue el clásico entre Boca e Independiente en el reinicio de la Superliga. En el segundo ciclo bajo la conducción técnica de Miguel Ángel Russo, el local no pudo sortear la temprana expulsión de Carlos Izquierdoz y tuvo que conformarse con el 0-0 que no le sirve a ninguno de los dos.
Si el Rojo no se fue en ventaja al entretiempo fue pura y exclusivamente por Marcos Díaz. El ex arquero de Huracán fue la figura del partido, sobre todo por las tremendas apariciones que tuvo a remates de Romero, Pérez y Domínguez.
La expulsión de Carlos Izquierdoz le trastocó los papeles a un Russo que priorizó sacar a Obando (más útil para lo que pedía el partido) que desarmar la dupla Tevez-Zárate. Y Boca lo sintió.
Solo el ingreso de Villa, debido a la lesión de Zárate, le dio a Boca una cuota de picante de cara al arco rival. Independiente se apagó con la expulsión inexplicable -otra vez- de Pablo Pérez y el partido se encaminó a un 0-0 que no le sirve a ninguno de los dos.