Luego de una tensa tanda de penales que culminó 5-4 a favor del «Guapo», el conjunto de Barracas jugará en la Liga Profesional 2022.
Barracas Central logró el ascenso en el Cilindro de Avellaneda en la final del Reducido de la Primera Nacional, tras superar desde los doce pasos a Quilmes. De esta manera, tras un empate magro en el tiempo reglamentario, Barracas se adjudicó el segundo ascenso a la Liga Profesional 2022.
En una final ante un gran marco de espectadores, se enfrentaron el Cervecero y el Guapo en una primera parte muy disputada y con mucho roce. Allí, no lograron grandes aproximaciones en las áreas y no generaron situaciones que pusieran en peligro la igualdad en el marcador.
Con el correr de los minutos, Quilmes se puso en ventaja, pero el gol fue anulado ya que había una posición adelantada en la jugada del gol. Desde ese momento, el encuentro tuvo un pasaje de ida y vuelta, donde Barracas Central estrelló un cabezazo contra el travesaño.
Antes del final del primer tiempo, el Cervecero impactó en dos oportunidades la pelota contra los tres palos y no pudo ponerse en ventaja antes de irse al descanso. Por otro lado, Barracas no lograba poner en peligro a la defensa de Quilmes en los últimos minutos.
Ya en la segunda etapa, no se vieron las mismas situaciones que ocurrían en la primera parte y se vio un empate muy sobrio sin aproximaciones de peligro. Así, hasta el final del encuentro donde Barracas Central pudo obtener el tan ansiado ascenso a la primera división del fútbol argentino.
La polémica de la noche
Como no podía ser de otra manera, en el encuentro jugado entre Barracas Central y Quilmes hubo una jugada polémica. A los 20 minutos del primer tiempo, el delantero del Guapo Mauro Albertengo fue a buscar un centro en el corazón del área pero no pudo llegar a la pelota porque Agustín García Basso lo empujó, en lo que parece una disputa normal, y luego el punta recibió un golpazo por parte de Rodrigo Saracho. El arquero de Quilmes salió con todo e impactó con la rodilla en la espalda del 9.
Insólitamente, Herrera sancionó falta de Albertengo, que terminó tirado en el campo de juego por el golpazo que había recibido. En las repeticiones de la transmisión no se puede observar ninguna infracción del delantero y sí se ve el rodillazo que recibió en la espalda.
De todos modos, el que sí estuvo correcto fue el línea Cristian Navarro, que tres minutos más tarde le anuló un gol a Quilmes en offside. El que estaba en posición prohibida era Julián Bonetto y el juez asistente supo apreciarlo correctamente.