El argentino continuó adelante y pese a la indicación desde el box de Williams, se llevó la victoria.
Es una de las imágenes más trascendentes del automovilismo. Al menos para los argentinos. Aquel Gran Premio de Brasil, en Jacarepaguá, donde Carlos Reutemann lideraba la competencia de Fórmula 1 y a través de un cartel recibía la orden “Jones-Reut”, para cederle el lugar a su compañero Alan Jones. El argentino continuó adelante y pese a la indicación desde el box de Williams, se llevó la victoria.
La lluvia fue protagonista ese fin de semana. Y en el equipo británico, las prioridades estaban bien definidas. El N°1 estaba pintado en el auto del australiano, el N°2 en el del santafecino. Reutemann ya venía de acatar una orden en la primera fecha de la temporada 1981, en Long Beach, Estados Unidos, cuando el argentino padeció una chicana, Jones lo superó y allí recibió la orden de no atacarlo. Y así fue. Jones ganó, escoltado por su compañero de equipo en Williams.
Pero en Brasil la historia fue distinta. Tras dominar desde el comienzo, Reutemann no fue obediente. En la vuelta 56, el manager del team, Jeff Hazell, se estiró para mostrar el cartel “Jones-Reut”. Lo repitió en los dos giros siguientes.
El equipo trabajaba a favor del campeón de 1980. Pero Reutemann aceleró más aún. A una vuelta del final, la bandera a cuadros se agitó de manera anticipada el triunfo del argentino. Los reglamentos indicaban que una carrera bajo la lluvia no podía superar más de dos horas. Ese lapso ya estaba cumplido.
En medio de la sorpresa entre los miembros del equipo Williams, Lole Reutemann subió a lo más alto del podio. A su izquierda estaba Riccardo Patrese, tercero, aunque Jones no acudió al podio y su escalón quedó vacío.
«Nunca vi ningún cartel. La carrera fue difícil porque llovía todo el tiempo y había que concentrarse en el auto para no cometer el más mínimo error», declaró Reutemann tras la competencia.
¿Fue el principio del fin? El australiano luego quedó fuera de la lucha por el título y Reutemann (dos triunfos y 7 podios) llegó a la última fecha, en Las Vegas, peleando mano a mano contra el brasileño Nelson Piquet, de Brabham. El Williams N°2 apenas llegó en el 8° lugar, con un rendimiento muy pobre, y Piquet se consagró campeón. El 5° lugar en la carrera le permitió consagrarse campeón.
Las dudas persisten, casi 4 décadas después. Si aquella reacción en Brasil tuvo como moneda de cambio aquella definición en Las Vegas. En 2006 Reutemann visitó a Frank Williams en al sede del equipo. Una reunión de una hora donde analizaron la Fórmula 1 de esa época. ¿Hubo espacio para charlar sobre aquel episodio? Ellos lo saben. Como parte de un gran misterio que envuelve a la temporada 1981, como el famoso cartel “Jones-Reut”.