Diego Pirota, abogado de la familia de la periodista, dio detalles de un estudio realizado por expertos de la UBA.
La familia de Débora Pérez Volpin reveló que un peritaje realizado por dos expertos de la UBA concluyó que el endoscopio entregado por las autoridades de la clínica La Trinidad -donde murió la periodista- no funcionaba correctamente y tenía el número de serie adulterado.
Desde el inicio se plantearon dudas sobre el equipo que se utilizó en el procedimiento médico. Incluso se especuló con que había sido sustituido por otro cuando se inició la investigación. El abogado Diego Pirota reveló este martes que «un peritaje sobre ese endoscopio que puso la clínica a disposición de la justicia no funciona correctamente en todas sus presentaciones«.
El representante de la familia de la víctima advirtió que si la clínica sostiene que fue ese el equipo que se usó sobre el cuerpo de Débora Pérez Volpin, claramente «tuvo que haber una conexión clandestina» para que funcione. «Nunca pudieron haber hecho una endoscopia como corresponde con un endoscopio que no funciona. Y si lo usaron, podría dar respuesta a lo que pasó con el cuerpo de Débora«.
En declaraciones a radio La Red, el letrado explicó que el endoscopio aportado por las autoridades de la clínica es viejo y que todos los equipos nuevos registran las imágenes de lo que hacen. «Si lo cambiaron, ¿por qué lo hicieron? Lo cambiaron, pensamos, porque ahí estarían las imágenes de que se hizo todo mal en el cuerpo de Débora«, sentenció.
Pirota reveló además que el equipo tiene la placa identificadora, lo que sería el número de serie, alterado, borrado, hecho que imposibilita saber si es o no el que se usó aquel día trágico.
«Está adulterado para no poder confirmar ningún registro de la clínica en relación con este endoscopio. Si cambiaron el equipo y adulteraron el número de serie, no se puede corroborar si era o no el que se utilizó«, añadió el letrado.
El endoscopio con el número de serie adulterado fue aportado por el director médico de La Trinidad, quien ordenó que se separe el equipo, se precinte para luego -tres días después- entregarlo a la Justicia. «Ese señor está convocado para declarar y queremos que lo haga directamente en el juicio oral«, afirmó Pirota.
El endoscopista Diego Bialolienker y la anestesista Nélida Inés Puente, ambos acusados por la muerte de la periodista, ocurrida el 6 de febrero de 2018 en el Sanatorio La Trinidad, irán a juicio. El proceso se iniciará el día 10 de junio y finalizará el 28 del mismo mes.
Ambos profesionales, pertenecientes al staff del sanatorio de Palermo, se encuentran procesados y embargados por el delito de homicidio culposo en grado de coautores.
Fuente: infobae