Finalmente, ayer la líder de la Coalición Cívica, Elisa Carrió, presentó ante la Cámara de Diputados el pedido de juicio político contra el ministro de Justicia, Germán Garavano, un proyecto que aunque no tiene chances de prosperar, recrudece la interna en Cambiemos.
El texto no tiene posibilidad de avanzar en Diputados, ya que no cuenta con el respaldo del resto del oficialismo ni de la oposición, algo que parece ir en línea con lo deslizado por Carrió en sus críticas a Garavano y el Presidente: que se buscaría la impunidad de referentes como la expresidenta, Cristina Kirchner, para polarizar con ella y allanarse Cambiemos el camino hacia la reelección. No obstante, el escenario al interior de la alianza gobernante se tensa y la legisladora y el Presidente no tienen diálogo.
De hecho, desde que comenzaron a escalar las críticas de la legisladora a Garavano dos semanas atrás el único acercamiento fue en un acto público, donde ambos se mostraron distantes y apenas se concedieron un saludo frío. Luego, “Lilita”, ratificó que había perdido “la confianza en el Presidente en la lucha contra la corrupción”.