El juez federal Claudio Bonadio dictó el procesamiento con prisión preventiva, previo desafuero como senadora, de la ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner, en el marco de la causa por presunto encubrimiento del atentado a la AMIA que investiga el pacto de entendimiento con Irán.
Además, Bonadío dispuso el procesamiento con preventiva para el ex canciller Héctor Timerman, aunque le concedió el beneficio de la prisión domiciliaria como consecuencia de su delicado estado de salud.
Por esta causa ya fueron detenidos este jueves el ex secretario General de la Presidencia Carlos Zannini y el dirigente piquetero Luis D’Elía. El magistrado también emitió órdenes de arresto contra el ex líder de Quebracho Fernando Esteche y el dirigente islámico Jorge Alejandro «Yussuf» Khalil.
Puertas adentro, en el kirchnerismo no hay dudas de que esta es la causa que más preocupa a la ex presidenta. La investigación tiene como base la denuncia realizada por el fiscal Alberto Nisman poco antes de morir. El pasado 26 de octubre la ex mandataria se había presentado ante Bonadio para declarar en el expediente, caso que se encuentra unificado con otro por el delito de traición a la Patria.
La denuncia de Nisman. Cuatro días antes de aparecer muerto en su departamento de Le parc en Puerto Madero, el fiscal denunció un plan que incluyó negociaciones secretas y públicas con los iraníes, durante las cuales se acordó dar de baja las notificaciones rojas de Interpol. Esas tratativas desembocaron en la firma de un Memorando de Entendimiento. De las reuniones participó uno de los prófugos iraníes, Mohsen Rabbani, quien recibía reportes telefónicos periódicos de los avances que ocurrían en el seno del Gobierno argentino.
La presentación del extitular de la UFI-AMIA alcanzaba a la ex Jefa de Estado, al excanciller y otros funcionarios.