La Justicia detuvo en las últimas horas al ex juez César Melazo y allanó la casa del ex fiscal de instrucción Tomás Morán, luego de ser mencionados por varios testigos de la causa que investiga a la famosa «banda del comisario», que fue desbaratada y por la que también terminaron detenidos altos jefes policiales y civiles que tienen un denominador común: muchos antecedentes penales y el beneficio de salidas anticipadas o arrestos domiciliarios. También imputaron en la misma causa al ex juez de Casación Manuel Martín Ordoqui.
Según fuentes judiciales, el ex juez es ubicado por varios testigos participando en reuniones con alguno de los ahora detenidos y ex integrantes de barras bravas de Gimnasia y Estudiantes. En las escuchas telefónicas dispuestas en la causa aparecen diálogo de los imputados hablando sobre el accionar de la organización delictiva que ahora se investiga, con la presunta complicidad de Melazo y presumiblemente el ex fiscal Morán, quien investigó el caso que puso al descubierto este oscuro entramado delictivo: el asesinato de Juan Roberto Farías, el primero de diciembre de 2010, detallaron. También aparecen mencionados abogados y funcionarios de Casación, con supuestos arreglos para obtener libertades o arrestos domiciliarios de los integrantes de la banda.
Cabe mencionar que por el crimen de Farías, hasta octubre de 2017 Adrián Oscar “El Quechua” Manes gozó del arresto domiciliario en su casa de 6 entre 72 y 73. El beneficio le fue revocado al quedar involucrado en una causa por presunta venta de drogas. Además, en los últimos años “El Quechua” fue chofer de un alto funcionario municipal. Manes es uno de los detenidos junto al oficial principal Gustavo Andrés Gregorio Mena, que estaba en disponibilidad desde el 30 de diciembre de 2015, pero antes de caer en desgracia fue un alto jefe de la División Narcocriminalidad de La Plata.
En la causa que lleva adelante la fiscal Betina Lacki, que asumió el control de la fiscalía 2, luego de la jubilación de Morán, recientemente allanado, aparecen diálogos entre Mena y Manes, que serían reveladores sobre el supuesto “modus operandi” de la banda investigada: los jefes policiales presuntamente liberaban zonas y los otros miembros cometían los asaltos, en comercios, fábricas y casas particulares, señalaron los voceros consultados.
Como se sabe, Mena fue el policía que apareció esclareciendo el asalto en la secretaría de Derechos Humanos bonaerense, ubicada en 8 y 53.
En la causa, a través de testigos y escuchas telefónicas, se habría establecido que Mena, Melazo y quien era jefe de la DDI en ese momento, Juan Ibarra, se habrían reunido en 44 entre 26 y 27 (la misma dirección del edificio donde meses después fue asesinado Farías) con otras personas, entre ellas un hombre que confesó haber entrado en la secretaría a robar. Después aparecieron la notebook, una cámara fotográfica y una filmadora robadas allí.
Fuente: el dia