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El viernes por la tarde, los manifestantes que durante 40 horas acamparon en la avenida 9 de Julio, frente al Ministerio de Desarrollo Social, comenzaron a retirar las carpas y elementos utilizados durante las extensas jornadas de protestas.Las largas horas de acampe, en reclamo de un aumento en los salarios que perciben las cooperativas y la creación de nuevos programas de trabajo, convirtieron el lugar en un «basural»: decenas de botellas vacías, vasos, cartones, maderas, pallets y fogatas aún prendidas. Por lo que el Gobierno porteño inició un operativo de limpieza en la zona que tuvo un costo superior a los $4 millones.