La particular historia de Miguel Córdoba, un trabajador municipal de Pergamino que fue castigado con siete horas de encierro en un galpón tras quejarse por la falta de elementos de seguridad y herramientas apropiadas para realizar sus tareas, va camino a convertirse en un verdadero escándalo para la gestión del radical Javier Martínez.
Tras negarse a cumplir la tarea asignada por las precarias condiciones, fue encerrado en un cuarto del corralón municipal. “No quise trabajar porque no tengo ropa, la ropa que estoy usando es de mi casa, tengo poca ropa”, explicó.
En diálogo con el canal QM Noticias, Córdoba, que incluso grabó un video durante su encierro, explicó que el origen del castigo fue un reclamo por condiciones dignas de trabajo. “No tenemos borcegos, ropa para trabajar, y nos faltan herramientas”, explicó.
En esas condiciones, dijo, tanto él como sus compañeros realizan “parches” de hormigón sin ayuda de maquinarias y sin ropa adecuada. “Hacemos parches a pulmón, revolvemos a pala, sin máquinas, con las pocas herramientas que hay”, relató.
Tras el mal momento, Córdoba denunció en los medios la situación laboral y sufrió todavía peores consecuencias. “Me llegó una suspensión de diez días, con descuento. Estoy a cargo de cuatro menores, son mis hijos, estoy alquilando y no me va a alcanzar la plata, no tengo otros medios”, se quejó.