Y así empezaron con muy pocos: un Jefe y ocho Bomberos Voluntarios que pronto fueron diez y que ahora ya son 46 del Cuerpo Activo con 7 aspirantes.
¿Cómo nombrar a alguien sin olvidarse de tantos otros que pasaron durante estos 60 años? Los recuerdos son muchos y no solo están en el pensamiento de los que integraron Bomberos sino también en cada uno de los habitantes de General Alvear.
¿Cómo no recordar la primitiva sirena redonda y roja que desde arriba de una torre de televisión que construía Rosario Mengarelli se escuchó durante casi 10 años en lo alto de su propia casa donde además, funcionaba el Cuartel?
¿Cómo olvidar los látigos apagafuegos hechos a mano con mangueras de tractor cortadas y atadas a un rayo de sulky?
Para llenar un tanquecito regador adaptado, algunos bomberos iban corriendo a la par del tractor Anomak hasta el puente de fierro de lo de Cholín o el Canal Piñero hasta que después, pudieron sacar agua del tanque Municipal que estaba en la calle Pellegrini llegando a la Avenida Perón.
¿Cómo no recordar la escasez de uniformes que mantenían y compraban los mismos Bomberos, o las zapatillas quemadas que había que reponer con el bolsillo de la familia?
No es difícil imaginar la alegría del Cuerpo cuando llega “el cuete”, la primera autobomba, un camión Ford que al lado del pequeño tractor con tanque regador era una nave espacial.
¿Se puede comparar el galpón de Rosario Mengarelli o el de Inmobiliaria Centro con el hermoso Cuartel de Hoy engalanado para una Fiesta? ¿Es mejor la nueva autobomba que el camioncito Ford? No. Porque es el resultado de años de grandes esfuerzos de un montón de gente que trabajó para crecer teniendo unidades nuevas, elementos y conseguir ser considerados y queridos por toda la comunidad.
¿Esas inundaciones de fríos y pies mojados son más recias que las de ahora? Sí, las inundaciones en Alvear, antes de la defensa, llegaban casi hasta el centro del pueblo y todos coinciden que es más difícil luchar contra el agua que contra el fuego porque ésta avanza irremediablemente desde todos los flancos.
Todo y nada ha cambiado… Continúan las horas en el Cuartel, limpiando, pintando, lavando autobombas, haciendo prácticas y capacitándose.
Llegar a Jefe no es por estudio, sino por cumplimiento, buena conducta, responsabilidad y ante todo, haber demostrado ser uno más, un compañero en quién confiar y respetar por su forma de ser y actitud de servicio.
Siempre están presentes las prácticas de desfile en alpargatas rompiendo los talones y las tantas veces de frío en la Plaza porque nunca faltaron a los Actos patrióticos, en silencio, casi con humildad y sin hacer ruido.
¡Qué lejos parece apagar incendios a baldes bombeando desesperados las bombas de las casas o buscando las canillas domiciliarias arrastrando los pesados látigos llenos de agua!
Tantas salidas y corridas: incendios, inundaciones, accidentes de tránsito, caída de árboles, voladuras de techos… llegar a ser bombero no es fácil. Debe superar las horas de Guardia y Prácticas con la tutela de un Bombero viejo, hasta que llega a “mayoría de edad” y recibe el “bautismo de agua” de sus compañeros.
¿Recuerdan cuando se incendió San Justo donde hasta los vidrios se derretían, las luchas con el barro o los arenales yendo a los campos, de aquella vez cuando chocó un micro en la ruta 51 y fallecieron varias personas, o de tantas carreras de Autos con todo el calor y con el sol pegando en la cara al mediodía en el medio de la pista? Tantas anécdotas para contar…
La fascinación en pueblos chicos hacia los Bomberos a veces parece de locos: la gente se había acostumbrado a que cada vez que sonaba la sirena todos salían corriendo para ver a los Bomberos, iban siguiendo al carro por las calles o tratando de localizar el ulular de la sirena hasta llegar al lugar del incendio. La excitación era tal, que hasta el campo los seguían entre la polvareda, en auto, motos o bicicletas llegando a ser tan tradicional como peligroso para todos. Cuentan los que peinan canas que costó bastante explicar a la población que no debían acompañarlos.
Los uniformes se fueron cambiando, los cascos no fueron los mismos… Ahora está la ropa de gala y la de fajina, los trajes ignífugos y los nuevos móviles.
Los Bomberos debieron hacer cursos y prácticas para profesionalizarse… ¿Quién piensa apagar incendios a balde si tienen mangueras con tanta presión que deben regular porque de lo contrario se caían las paredes de los ranchos? La capacitación y práctica constante es la meta: estar a cargo del tramo de 70 km de la ruta 2015 que cruza General Alvear, es salir de la rutina de cubrir incendios domiciliarios o de un campo para atender incluso a accidentes con productos tóxicos, el uso de la espuma y de otras sustancias que son caras y de complicado manejo.
Sonar de sirenas, momento de silencio y zozobra, aullidos de perros que sobrecoge el corazón y corridas de Voluntarios.
Cualquier Bombero sabe que lo más difíciles de sobrellevar son los accidentes principalmente cuando hay chicos heridos, y muertes donde el coraje flaquea.
Años y años de Comisiones de Vecinos vendiendo rifas con el número telefónico, de atención de cantinas en eventos con la ayuda inestimable de la Comisión de Damas para la construcción del Cuartel, la adquisición de elementos de seguridad, el mantenimiento de la Banda de Música que por muchos años representó a la ciudad… Con la ayuda de la Comunidad se mantuvo durante años hasta que pudieron salir adelante con los subsidios del Ministerio del Interior a través de Defensa Civil y el canon de la Ruta 205.
Salir del Cuartel sin saber lo que vendrá, preparados para todo, con el corazón galopando sabiendo que al lado está el compañero, y ser con confianza punta de lanza, avanzando hacia el fuego, apoyando al que va al frente, seguros de que serán siempre uno en la línea.
Bomberos de General Alvear cumplen 60 años de Guardias de Navidad, fiestas, inviernos, veranos, en alpargatas o con pesadas botas, en sequía o inundaciones…
¿Cómo nombrar a uno si son y han sido tantos?
Ya no son 8 Bomberos, ya son más de 40 con su traje de gala en la Misa del 6 de Enero de 2018… Son Bomberos que pueden lucir orgullosos su uniforme, tocar las sirenas y recibir los aplausos de una comunidad que los respeta por su trayectoria y el accionar de tantos compañeros, muchos que ya no están. ¡Grabemos en el Bronce la inestimable labor de los Bomberos Voluntarios!
Bomberos de hoy y de siempre, bomberos de General Alvear y de la Provincia, hermanados en prestar servicios por vocación.
Nota: Agradezco muchísimo a todos los Bomberos Voluntarios que me contaron historias de diferentes épocas de estos 60 años de existencia, principalmente a Clavito Álvarez, Alberto Figueroa y Yoyo Anido. ¡Un honor !