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Encarcelado en 2015 cuando familiares de una menor radicaron la denuncia, se registraron luego otras dos causas por el mismo motivo.
Iniciada la investigación, le concedieron al imputado el arresto domiciliario. Finalmente ayer la Justicia dictaminó su culpabilidad, condenándolo, tal como pidió la fiscal, a tres años y medio de prisión en suspenso.
Eso significa que más allá de restricciones legales que le quepan, Ureta gozará de libertad.
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Crédito: Diario La Mañana