El “by pass” derivador abierto conecta a La Picasa con el canal Alternativa Norte. En territorio bonaerense podrían verse afectados Bragado, Junín, General Arenales, 25 de Mayo, Navarro, Alberdi y Leandro N. Alem.
La polémica por el manejo hídrico de la laguna La Picasa entre Buenos Aires y Santa Fe continúa subiendo de tono, a pesar de que Recursos Hídricos de Nación ya pautó una reunión de cuenca para el próximo 30 de abril. Si no hay acuerdo en ese encuentro, la provincia vecina avisó que manejara la compuerta de la discordia de acuerdo a sus necesidades.
El conflicto surgió hace algunos días cuando Santa Fe decidió avanzar de manera unilateral con la apertura de un canal de escurrimiento (Alternativa Norte) que podría afectar a distritos bonaerenses y que rápidamente provocó inquietud en el sector rural.
Ante esta situación, el subsecretario de Hidráulica de la provincia, Luis Giménez, se reunió esta semana con representantes de distintos municipios que podrían sufrir las consecuencias de la derivación de agua y el gobierno de María Eugenia Vidal solicitó “que la obra se desactive de su estado operativo” hasta la reunión del 30.
Giménez había señalado que en ese cónclave esperan que Santa Fe “explique los alcances de la obra” y que se plantee un “análisis del impacto” que tendrá en distritos de la provincia. Y confió en que “va a haber un ámbito de entendimiento”.
Sin embargo, su par de Santa Fe, Juan Carlos Bertoni (secretario de Recursos Hídricos), se mostró ayer terminante sobre la posición de aquella provincia, al considerar que “debemos trabajar en conjunto” pero “en la medida que no haya acuerdo, nosotros manejaremos la compuerta como mejor nos parezca y haremos uso de la capacidad de almacenamiento dentro del territorio santafesino”.
El funcionario santafesino sostuvo que “esto no va a generar impacto aguas abajo” y estimó que se quiere dejar a Santa Fe como “la mala de la película”. Desde el Gobierno bonaerense no respondieron a las declaraciones de Bertoni y, según pudo saber DIB, esperarán a la reunión del 30 para intentar limar asperezas y lograr un acuerdo en el manejo hídrico de la laguna.
En caso de no arribar a buen puerto en el marco del comité de cuenca, el conflicto podría llegar al ámbito de comité de gobierno (con la participación de los mandatarios de cada distrito). La última instancia es la judicial.
El “by pass” derivador abierto conecta a La Picasa con el canal Alternativa Norte. Luego, el agua va llenando una serie de lagunas hasta llegar a la llamada “El Chañar” (todos estos espejos aún en Santa Fe), para finalmente conectar con la Cuenca del río Salado. En provincia de Buenos Aires, podrían verse afectados los distritos de Bragado, Junín, General Arenales, 25 de Mayo, Navarro, Alberdi y Leandro N. Alem.
La laguna que crece
El manejo de agua de La Picasa, laguna que comparten Santa Fe y Buenos Aires, ha desencadenado conflictos históricamente. Los especialistas consideran que el espejo de agua creció 35 veces desde 1985 hasta la actualidad y pasó de tener 1.400 hectáreas hace 32 años a una enorme masa de agua que hoy abarca un territorio equivalente a 50 mil hectáreas, aunque su influencia se extiende aún más.
El fuerte crecimiento de La Picasa, en donde también vierte excedentes hídricos Córdoba, generó inundaciones periódicas desde fines de la década del 90, cortes en la ruta 7 y hasta modificó el ecosistema de la región. En 2017, los productores de la zona hablaban de la pérdida de 70.000 hectáreas productivas.
Fuente: www.25digital.com.ar