Al fondo de la habitación donde encerraban a Santiago hay un baldío de pastos bajos. En ese descampado de suelo de tierra fue donde, el jueves a las 19.30, hallaron al joven con una puñalada en el pecho.
Nicolás Dante Reinoso contó este domingo que la herida que sufrió su hijo casi no sangró. Aún así, fue lo suficientemente mortífera como para quitarle la vida a este joven que tenía 21 años y a quien su padre solía encerrar en una habitación donde dormía para evitar que saliera a la calle.
«Él tenía problemas de adicción. Le cerraba la puerta con un candado para saber dónde estaba», explicó el hombre.
Una versión sostiene que la víctima se enfrentó con tres jóvenes y una mujer con quienes ya habría tenido una disputa anterior. En esa supuesta pelea que según el padre del fallecido sucedió el año pasado, la víctima había recibido dos puñaladas en el pecho.
En otra hipótesis el número de sospechosos se reduce a dos jóvenes -sería una pareja- aunque el móvil del ataque no es claro. En ese contexto, la Policía realizaba anoche al menos un allanamientotratando de atrapar a los presuntos homicidas.