El gobierno de la provincia evita de esta manera el análisis político electoral. Una de las excusas es la participación del gobernador en un acto con Alberto Fernández.
A más de 24 horas de la tremenda derrota, el oficialismo de la provincia de Buenos Aires aún no asimila el golpe.
Tan dura fue la derrota que el gobernador Axel Kicillof y su amigo mediático y polémico, Carlos Bianco, Jefe de Gabinete, suspendieron la actualización epidemiológica habitual de los martes.
Consultados, los asesores del mandamás bonaerense fueron tajantes y afirmaron que “no, hoy no hay conferencia”. Esta negativa muestra que Kicillof y su equipo aún no están preparados para dar respuestas sobre el resultado electoral, y con evasivas, dejan correr los días para una conclusión más detallada.
Empero, también desde el propio seno del Ejecutivo provincial avisan que “seguramente diga algo, hable, en el acto que compartirá esta mañana con el presidente de la nación en el distrito de Almirante Brown, donde inaugurarán obras de asfalto y recorrerán una fábrica”.
Por supuesto que aún resuena la bronca del festejo anticipado que se dio cerca de las 20 horas del domingo, donde victoriosos, Kicillof, Tolosa Paz, Daniel Gollan, Nicolás Kreplak y el mismísimo Máximo Kirchner saludaron desde un escenario a la militancia.
En ese momento el Frente de Todos confiaba en sus encuestadores y los boca de urna con sus mesas testigos, que, más tarde, se descubrió que fallaron.
Así las cosas, el gobierno de la Provincia de Buenos Aires se toma un impasse en la pandemia y deja la actualización de los datos para cuando pase el enojo por la derrota electoral.