Son 300 millones que se destinarán a recuperar al turismo y la cultura, golpeados por la pandemia. Los intendentes opositores, notoriamente perjudicados.
La distribución de 300 millones de pesos dentro de un plan de reactivación de la actividad cultural y del Turismo golpeada por la pandemia de coronavirus, ya genera polémica. Es que, según los datos de la Provincia, los intendentes del FDT se llevan la mayor parte de la torta y hay algunos desequilibrios difíciles de explicar.
Según se lee en la resolución publicada por el Ministerio de Producción, que está a cargo de Augusto Costa, el fondo se creó para “contribuir financieramente a los Municipios en los gastos necesarios para brindar apoyo a las actividades culturales y turísticas afectadas por el COVID-19”. El mismo documento señala que se adoptaron criterios para que la distribución resulte “transparente, equitativa y con impacto para los sectores turísticos y culturales”, pero parece que no resultó.
Es que los intendentes del FDT se quedaron con 172 de los 300 millones (el 57 por ciento), mientras que los de Juntos por el Cambio se conformaron algo más de 111 millones (el 37 por ciento). El resto, unos 16 millones, se repartirá entre un puñado de distritos vecinalistas, la mayoría cercanos al oficialismo.
No es el único dato que llamó la atención entre los intendentes. Es que, a pesar de que se tomó la cantidad de establecimientos destinados a la cultura y al turismo, y cantidad de plazas de alojamiento para determinar “la importancia relativa del sector turístico de cada municipio”, algunos de los municipios con más peso en ese ítem quedaron muy, muy relegados.
El caso más obvio es el de Mar del Plata, que figura en el puesto 6, con cerca de 7.5 millones de pesos, prácticamente lo mismo que llega a Lomas de Zamora; contra los casi 20 millones que obtiene Villa Gesell; los 10.7 que se lleva La Costa; los 9.8 que obtienen Berazategui y La Plata.
Pinamar, otro destino estratégico, aparece recién en el puesto 41, con 2.3 millones de pesos. Tandil, otro de los elegidos por el turismo bonaerense, recibirá cero, como consecuencia de haberse desacoplado de las medidas sanitarias dispuestas por la Provincia y por la Nación. Un detalle: tanto Mar del Plata como Pinamar son gobernados por intendentes PRO, Guillermo Montenegro y Martín Yeza, respectivamente.
En el top 10 de los beneficiados por el fondo aparecen los municipios de Villa Gesell, La Costa, Berazategui, La Plata, Lomas de Zamora, Mar del Plata, Avellaneda, Tigre, Zárate y Coronel Rosales. Les siguen Chascomús, Quilmes, General Alvarado, Adolfo Alsina, Punta Indio, Luján, Necochea, Mar Chiquita, Tres de Febrero y Olavarría.
Los últimos 10, en tanto, son Tordillo y Tandil, que recibrán cero pesos, junto a Florentino Ameghino, Pila, General Guido, Lezama, Ezeiza, Carlos Casares, General Arenales, General La Madrid y Salliqueló.
Se supone que la cantidad de dinero asignada va en función de los establecimientos validados. Pero no explica toda la table. Villa Gesell, el líder, tiene 557, con lo cual recibió 35 mil pesos por cada uno. Mar del Plata validó menos de la mitad -217 establecimientos- y fue beneficiada con 58 mil pesos por cada uno.
Como era de esperarse, el reparto del Fondo para el Turismo y la Cultura generó enojo en varios municipios, incluso en los del oficialismo. “Me dan menos plata que algunos municipios que no tienen ni una laguna”, razonó un alcalde ante la consulta de INFOCIELO, que no tardó en relacionar la distribución con el “toma y daca político”.
Otros, más diplomáticos, cuestionaron la manera en la que se implementó el fondo. “El sistema era engorroso, detallista y no funcionaba bien”, explicaron desde un municipio, en referencia a la inscripción en el “catálogo” que generó la Provincia para mapear la oferta turística y cultural, pero además para identificar dificultades.
Esa fuente señaló que los propios municipios eran responsables de contactar a los operadores turísticos, pedirles que se inscriban y, finalmente, validar los datos que se ingresaran. Pero las dificultades afloraron rápidamente: “no es fácil ubicar a los dueños de los alojamientos durante el invierno. Cierran las puertas y se van”, señalaron. Esa dificultad se agravó a la hora de validar: “la web se caía permanentemente”, aseguró el mismo funcionario.
A pesar del malestar, parece que la sangre no llegará al río. En primer lugar, porque las cantidades no ameritan. Los 300 millones del fondo de la cultura y el turismo implican algo más del 2 por por ciento del total de las transferencias que la Provincia vuelca a los municipios de manera automática. En segundo lugar, porque desde Juntos por el Cambio consideran que hay demasiados frentes de conflicto abiertos con el Gobierno. «Esta vez pasa», sostienen, masticando un poco de bronca.