Un hombre que estuvo de vacaciones en Santa Teresita el fin de semana pasado encontró una cría de delfín cerca de la orilla y no tuvo mejor idea que sacarlo del agua para sacarle una foto. Decenas de personas se juntaron alrededor del animal sin importar su situación apremiante.
Hernán Coria sacó una serie de fotos en el momento en que el hombre levantaba la cría de la especie «franciscana» en el aire cual trofeo. Los delfines pueden vivir unos 20 años, pero no si permanecen afuera del agua, a la intemperie, deshidratados y zamarreados por otro animal.
Pasada la novedad, el delfín murió y su cuerpo quedó tirado sobre la arena.
El episodio provocó que desde la Fundación Vida Silvestre informaran sobre la delicadeza de la especie en cuestión, un pequeño delfín de no más de 1,70 metros de largo que habita sólo en Argentina, Uruguay y Brasil, con una población estimada de 30 mil ejemplares en las costas de la provincia de Buenos Aires.
«La Franciscana, como otros delfines, no puede permanecer mucho tiempo fuera del agua. Tiene una piel muy gruesa y grasosa que le proporciona calor, por lo que la intemperie rápidamente le provoca deshidratación y la muerte«, explicaron desde la FVS.
«La ocasión sirve para informar a la población sobre la necesidad urgente de devolver a estos delfines al mar ante el encuentro con uno en la orilla. Es fundamental que las personas ayuden al rescate de estos animales, porque cada franciscana cuenta», expresaron.