La propuesta consiste en volver permanente la realización del Corredor de la Infancias, un espacio destinado a promover el juego infantil en la vía pública, que este fin de semana tuvo su segunda edición en La Plata. Más precisamente en calle 13 entre 45 y 50. Una experiencia similar se viene realizando todas los domingos, en Rosario, desde hace 8 años.
“Luego de la muy buena experiencia que significó para nosotros haber realizado el Corredor de las Infancias, creemos que están dadas las condiciones para desarrollar esta iniciativa, de forma permanente, en todos los municipios de la provincia de Buenos Aires. Para lo cual solo se necesita que se sancione una ordenanza en cada comuna. Vamos a poner a disposición de todos los intendentes y concejales un proyecto modelo”, explicó Martello, que está a cargo del Observatorio de Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes (NNyA) de la Defensoría del Pueblo bonaerense.
En Rosario, desde el 24 de Octubre de 2010 se viene llevando a cabo domingo a domingo un evento en la vía pública que dio a llamarse “Calle Recreativa”. La implementación de este proyecto generó un gran impacto en la ciudadanía de todas las edades, con una masiva adhesión que continúa aumentando. Se trata de un espacio de recreación gratuita y de aprovechamiento del tiempo libre, que recupera las calles para el encuentro ciudadano.
A su vez, se promueven valores democráticos, respeto y tolerancia, comunicación y cohesión social. También se busca difundir hábitos saludables y la prevención de enfermedades crónicas mediante la promoción de la actividad física, el uso de medios alternativos de transporte, y la disminución de la contaminación ambiental y de los niveles de ruidos.
Entre otras actividades al aire libre, el Corredor de las Infancias incluye biciescuelas, talleres de circo, búsquedas del tesoro, juegotecas, serigrafías, bibliotecas infantiles, concursos fotográficos, talleres de arte y de ciencias. La iniciativa es impulsada por una red de ciudadanos/as e instituciones que promueve la participación y convivencia social para la reivindicación de los espacios públicos, como lugares legítimos para el encuentro e intercambio entre niñas y niños, para poder jugar libremente.
La red ratifica la CDN, tratado internacional de la Asamblea General de Naciones Unidas de 1989 que reconoce los derechos humanos básicos de los NNyA, focalizándose especialmente en los derechos de participación en actividades culturales y de esparcimiento y derecho al juego.