Tras asumir su cargo en la Asamblea Legislativa, el flamante gobernador bonaerense afirmó: «Sepan que la provincia tiene una deuda en dólares pero tienen también una deuda en salud, educación, en trabajo y en producción».
Axel Kicillof juró como nuevo gobernador de la provincia de Buenos Aires para el período 2019-2023 ante la Asamblea Legislativa provincial, en La Plata.
Kicillof juró «Por la Patria y el pueblo de la provincia de Buenos Aires», ante la presencia del presidente Alberto Fernández y la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner. Previamente hizo lo propio la vicegobernadora bonaerense, Verónica Magario.
Luego, en su mensaje ante la Asamblea Legislativa bonaerense, con la presencia de la gobernadora saliente, María Eugenia Vidal, el flamante mandatario afirmó que se comprometió «ante Dios y los bonaerenses a trabajar sin descanso y con honestidad para reconstruir la provincia de Buenos Aires, para recuperar los derechos perdidos».
«Las elecciones arrojaron un resultado inesperado, sorpresivo. Se esperaba una victoria del oficialismo, pero triunfó la oposición y lo hizo con la mitad más dos. Una diferencia cercana a los 15 puntos. Fue un resultado muy contundente, no vengo a decir esto para imponer la fuerza. Vengo a invitarlos a otra cosa: a reflexionar al por qué de ese resultado. ¿Por qué? porque ese resultado es lo más importante que tenemos: la voluntad popular», siguió.
En esa línea, planteó que “ese resultado de un lado expresa malestar y rechazo, pero tiene que ver con una situación económica durísima. Una lógica que nació con promesas y después se basó en el marketing político y se fue convirtiendo en una forma de no ver y negar los problemas”.
A su vez, aseguró que la gestión saliente “no deja una vara muy alta sino un desempleo y una deuda muy alta», y reafirmó que «siempre que se aplicaron estos planes la provincia de Buenos Aires fue la primera víctima. Los problemas se agravaron en estos 4 años. La caja de la provincia no alcanza para cubrir las obligaciones de los próximos 30 días. Se frenaron pagos, obras y hasta el alimento en las cárceles”, relató.
“Tenemos una dificultad financiera. Las causas son atribuibles a esta política económica nacional. Se hizo el ajuste cortando gastos por todos lados y hubo menor actividad económica. Esto ocurrió en los países europeos cuando sucedió la crisis del 2008. Mas ajuste, menos recaudación más déficit. Es un círculo vicioso”, graficó Kicillof. Y agregó: “Fue un error firmar ese consenso fiscal. No se cuidó a la provincia de Buenos Aires porque perdió la autonomía fiscal. Depende más de recursos externos que de los propios”, consideró e indicó: “Se le prometió a la provincia un fondo del conurbano que se iba a actualizar y no se hizo”.
En esa línea, manifestó que «el Gobierno provincial tiene voluntad de asumir los compromisos, pero necesita tener una estructura de duda sostenible, la situación financiera de la provincia es hoy delicada. Nos vamos a poner inmediatamente en contacto, vamos a entablar un diálogo con los acreedores para buscar entre el Gobierno, su pueblo y ellos una solución para este problema. Sepan que la provincia tiene una deuda en dólares pero tienen también una deuda en salud, educación, en trabajo, en producción».
Asimismo, se refirió a los índices de pobreza y el poder adquisitvo de los habitantes de la Provincia al afirmar que “el Banco Provincia redujo en un 11 por ciento los préstamos y creció un 15 por ciento la plata puesta en títulos públicos” y asegurar que “el Banco Provincia no le prestó más a las Pymes y se la prestó al Gobierno Nacional para comprar Leliqs. El Banco Provincia es el principal tenedor de Leliqs”.
“La provincia tienen 5,5 millones de pobres. El 63,3% de las niñas y los niños segun la UCA se encuentra debajo de la lìnea de la pobreza. Tenemos una emergencia alimentaria. Para terminar con el hambre y la vulnerabilidad hay que dar trabajo. En 4 años se cerraron 9500 comercios. No soy números, son personas, son trabajadores, empresarios, productores. Es gente de carne y hueso no son números”, remarcó.
En ese sentido, dijo que «desde el primer día este Gobierno se declara en lucha contra el hambre» y anunció que la Provincia participará «del plan nacional Argentina contra el hambre».
Durante sus primeras palabras como mandatario de la Provincia de Buenos Aires, Kicillof también hizo foco en el sector de obras e infraestructura al apuntar que “hay que embarrarse, hay que estar, acompañar, contener y proteger al tejido productivo”.
“No importa lo que pase hay que hacerlo. De los 35700 km de caminos rurales el 75 por ciento se encuentra en regular y mal estado. La Provincia tenía financiamiento de 1550 millones de dólares para infraestructura. La ejecución alcanzó solo a un 6 por ciento. Cerraron 515 tambos en la provincia se perdieron 4500 productores porcinos”, sostuvo.
Respecto al incremento de tarifas, indicó que “la Corte Suprema en un fallo del 2017 dijo que las tarifas debían ser ‘razonables’ y todos puedan pagar esas tarifas. Si una tarifa no puede ser pagada por un jubilado no es tarifa, es saqueo” y adelantó que anulará el aumento dispuesto para enero.
Sobre el sector de Salud, Educación y Ciencia y señaló: “Hay nuevos brotes de sarampión. La salud también está en emergencia. No pienso dar golpes bajos. La educación otro tanto. En infraestructura hay 2000 obras y 600 son urgentes para garantizar el servicio lectivo en 2020”.
“Sabemos del deterioro salarial. No esperen ver a un gobierno de la provincia que enfrente y ataque a los maestros. Hay que defender la escuela pública, la universidad y la ciencia, la investigación”, subrayó.
Al referirse a la seguridad, Kicillof cuestionó que “la ejecución (presupuestaria) fue solo del 30 por ciento” y afirmó: “Hay aumento sostenido del delito de entre un 16 y 18 por ciento. Es la realidad no es marketing. Los delitos vinculados a la droga crecieron un 126 por ciento. Son temas que no se abordan con ajustes presupuestarios. Tenemos que brindar seguridad a los bonaerenses”.
A continuación, se trasladó a la situación atravesada por el Sistema penitenciario, al calificarlo como “esos severos problemas de derechos tan básicos como la salud y la alimentación generan condiciones muy duras, inhumanas que sabemos, además, que en el último tiempo probablemente, porque no quiero atribuirlo a nada más que es, al ajuste, la provisión de alimentos disminuyó».
«Hay que asegurar que las cuestiones básicas estén cubiertas en las unidades penitenciarias de Buenos Aires”, consideró.
También se refirió a la igualdad de género, al señalar que «hay un nuevo Ministerio, queremos un gobierno austero, hemos comprimido la estructura del Estado provincial pero no podíamos dejar de atender una situación que es emergente dicen todos del último tiempo. Lamentablemente porque eso quiere decir que la igualdad de género tienen un retraso, una situación y una deuda pendiente que vamos a intentar cumplir desde el primer día».
Además, dio un mensaje al sector productivo: «Vamos a crear un programa de emergencia Pyme, no importa el rubro, en el marco de esta emergencia productiva. Vamos a crear un canal único, un registro único para las empresas que atraviesan dificultades pero una batería de herramientas, pueden ser fiscales, tributarias, crediticias, de capacitación de ayuda, de difusión, de asistencia técnica, con la comercialización. se va a crear una respuesta a medida. Sé que la situación está complicada», indicó, y aseguró que «queremos detener esta verdadera sangría, esta verdadera hemorragia y que no tengamos que lamentar el cierre de una sola empresa más».