Mariano, hijo de Patricio, encontró a su padre acostado en su cama con la cabeza cubierta con una bolsa de residuo negra atada con un cordón y un tubo de color verde con una manguera con nitrógeno. A su lado, en la mesa de luz, había una carta que explicaba las causas del presunto suicidio, según informaron fuentes policiales a LA NACION.
Vitale había denunciado mediante la abogada Mónica Frade, al dirigente de la UOM local Juan Carlos Chumen, por los delitos de malversación y sustracción de fondos públicos, negociaciones incompatibles, y enriquecimiento ilícito.
«Es muy confuso todo. Hay que esperar la autopsia que se va a hacer mañana y los resultados de la policía científica. Me llama la atención la logística, no había visto un suicidio de estas características», dijo Frade a LA NACION.
«Hay una carta escrita de puño y letra de él, pero los hijos dicen que no era el lenguaje ni las frases de su padre. Y hay un contexto previo que da para pensar», agregó.
Además, en las últimas semanas Vitale le había dicho a su abogada que había recibido amenazas mientras se preparaba para ratificar sus dichos ante la Justicia. «Él quería declarar lo antes posible porque decía que veía autos por su casa y tenía miedo. Me había dicho que tenía una cámara de fotos con más pruebas. Quedó en venir pero nunca pudo venir», explicó Frade.
Florencia, la hija de Patricio, se refirió a la carta que dejó su padre y a pesar de que confirmó que era su letra, duda de que sea sincera. «Mi papá era súper cariñoso y en la carta es totalmente frío. Nos deja tres puntos para hacer y nada más, no nos escribe nada a nosotros. Es su letra, pero no es él quien escribe», dijo.
Por: Tomás Marcó del Pont