La ciudad italiana de Génova despidió a 19 de las víctimas del derrumbe del viaducto conocido como puente Morandi, con un funeral de Estado en el que se pidió justicia. Las familias de otros 19 fallecidos prefirieron una ceremonia privada.
Durante la noche, los bomberos encontraron a una pareja y su hija de 9 años en el interior de su vehículo, por lo que el balance del desplome del puente asciende a al menos 41 víctimas.
El coche fue localizado «totalmente aplastado» por un enorme bloque de cemento, que formaba parte del pilón que se derrumbó a la orilla izquierda del río Polcevera, en la ciudad italiana de Génova. Los cuerpos, se suman a los de las 38 víctimas identificadas hasta ahora, entre ellas 3 niños. Según los datos de la autoridad de Protección Civil aún quedan dos desaparecidos.
Los medios de comunicación explican que los cuerpos tienen que ser aún identificados pero que se cree que pueden ser los de la familia Cecala, de la que no se tenían noticias desde el pasado martes (14.08.2018), cuando se derrumbó el puente Morandi.
Funeral de Estado
Al funeral, celebrado en uno de los pabellones del recinto ferial de la ciudad, acudió el presidente de la República, Sergio Mattarella, el primer ministro, Giuseppe Conte, los vicepresidentes Luigi di Maio y Matteo Salvini y otros representantes del Gobierno.
En el pabellón, cubiertos por coronas de rosas blancas, se habían depositado los féretros de 19 de las víctimas, entre ellos el ataúd blanco del niño de 8 años que falleció junto a sus padres.
Sobre algunos de los féretros se depositaron las banderas de los países de origen de las víctimas, ya que en el siniestro además de italianos murieron cuatro jóvenes franceses, dos albaneses, tres chilenos, un peruano y un colombiano.
Al lado de los ataúdes se encontraban los familiares que recibieron las palabras de consuelo de Mattarella, y también estuvieron presentes para manifestar su cercanía los jugadores de fútbol de los dos equipos de la ciudad, el Génova y el Sampdoria.