Lo dio en adopción, y después de 30 años volvieron a reunirse. Aunque parece un historia conmovedora ha impactado a los medios europeos.
La razón es que Kim West, de 51 años, conoció a su hijo Ben Ford de 32 y ahora mantienen una relación.
Se reunieron en 2014 y desde ese momento sintieron una «atracción sexual», según contaron al medio británico The New Day. Compartieron su primer beso con una botella de champán en un hotel antes de tener relaciones sexuales y sólo tres días después Ford decidió terminar con su esposa para irse junto a su madre.
«Cada vez que he tenido relaciones sexuales con mi esposa, imagino que estoy besando a Kim», contó Ben al medio.
Kim West creció en Londrés y quedó embarazada durante sus estudios en California a la edad de 19 años, por lo que decidió darlo en adopción.
Ella retornó a Inglaterra y él creció en Michigan, Estados Unidos. Se mantuvieron sin comunicación hasta que en diciembre de 2013 Kim recibió una carta de Ben donde le decía que quería conocer a sus padres biológicos.
Ahora, a mas de dos años, ellos están en una relación en la ciudad de Michigan, en lo que describen como «genética de atracción sexual». Planean casarse e intentan tener un hijo juntos.
«Esto no es incesto. Somos como dos gotas de agua y estamos destinados a estar juntos. Sé que la gente va a decir que somos repugnantes, que debemos ser capaces de controlar nuestros sentimientos, pero cuando uno es golpeado por un amor se está dispuesta a dejar todo por ello», contó Ben.