Estados Unidos volvió a ser escenario de una matanza en una institución educativa, la segunda más numerosa de su historia. La escuela Marjory Stoneman Douglas High School de Parkland, al sur de Florida fue el lugar elegido por Nikolas Cruz, un exalumno que tomó una brutal decisión: ir al lugar armado y dispararle a cualquiera que se le cruzara en su camino. Hay al menos 17 muertos y 20 heridos.
La masacre en este colegio solo fue superada por la ocurrida en Newtown, en 2012, en la que hubo 27 muertos en otro tiroteo en la escuela primaria Sandy Hook: 21 eran nenes y 6 eran adultos.
Cuando Cruz comenzó a disparar, las clases fueron interrumpidas. Los chicos se escondieron debajo de los pupitres y muchos de ellos se escondieron en los armarios. «Tenemos 17 víctimas confirmadas. Doce de ellos estaban dentro del edificio, dos víctimas estaban justo fuera y otra en una calle adyacente. Dos personas perdieron la vida ya en el hospital», informó Scott Israel, el jefe policial.
Entre los heridos, al menos 20, hay gente que tuvo que ser sometida a intervenciones quirúrgicas. Israel fue el que identificó al principal sospechoso de la matanza como Nicolas Cruz, un joven de 19 años, exalumno de esa escuela expulsado por cuestiones disciplinarias. De acuerdo a lo que pudo confirmar la autoridad policial, el joven tenía cargadores de munición para armas semiautomáticas y un rifle AR-15. «No sabemos si tenía un segundo fusil», agregó.
El instituto donde se produjo la matanza es parte del distrito de las Escuelas Públicas del Condado de Broward. Es la única escuela secundaria pública en la ciudad con 3100 alumnos inscriptos, de noveno a 12 grado. La ciudad de Parkland, que fue escenario del tiroteo tuvo un galardón que, con los violentos hechos, termina siendo una paradoja: el año pasado fue elegido el lugar más segura del estado de Florida.