En 2014, la localidad de Funchal, ubicada en Medeira, Portugal, inauguró la estatua de Cristiano Ronaldo ubicada cerca del puerto. En la enrome figura, al delantero luso se lo ve con la típica pose de festejo y muchos turistas pasan allí para tomarse una foto.
Sin embargo, los creadores de la idea nunca imaginaron que los visitantes tomarían la actitud que se ha hecho viral y que ha provocado que la estatua sea aún más conocida.
La escultura tiene un bulto en la zona de la ingle que provoca que los turistas se diviertan y hagan divertidas -y provocativas- imágenes junto al delantero de la Juventus.
Lo insólito, es que tocar la zona de la ingle de la estatua se ha vuelto tan usual que ahora esa zona tiene un tinte diferente que resalta sobre el resto de la obra. «El área de la ingle ha sido frotada con tanta frecuencia que el bronce se ha pulido hasta lograr un brillo que no se puede perder», señala el NY Post.
Así como sucede en la Universidad de Hardvard, en donde los estudiantes tocan el pie de la estatua de John Harvard para tener buena suerte en sus exámenes, o en el metro de Rusia en donde los pasajeros le tocan el hocico a un perro antes de abordar, tocar la entrepierna de Cristiano Ronaldo tal vez también traiga suerte.