no de ellos es Lean Answorth, un chico de sólo 10 años que vive en Liverpool, Inglaterra. Mientras caminaba por el centro comercial Asda de la ciudad, notó un oso panda de peluche que llamó su atención, razón por la cual se lo pidió a Debbie Answorth, su madre.
El problema es que ella no tenía el dinero suficiente como para cumplir el deseo de Lean, al menos hasta el próximo sueldo.
De igual forma, Lean bautizó al oso como «Pandy», y esperó con ansias hasta que Debbie tuviera el efectivo. De acuerdo al medio digital Bored Panda, lo que sucedió en ese lapso es realmente conmovedor.
Lean dejó una nota en el oso para aquel que, eventualmente, lo comprara antes que él. «Mi madre no tiene bastante dinero, así que me va a comprar a Pandy el viernes de la semana que viene, 15 de junio. Así que por favor, no lo compren, o me hará llorar. Muchas gracias de parte del futuro dueño esperanzado», escribió.
Fue David Bateman quien subió la imagen con el texto en su cuenta de Facebook, publicación con la que se propuso encontrar a la madre del pequeño. Al verla en Internet, Debbie reconoció de inmediato la caligrafía de su hijo.
De esta manera, los trabajadores de Asda invitaron a la mujer y al niño a que asistieran nuevamente al local, y le dieron una gran sorpresa: el personal juntó el dinero suficiente y le regaló el peluche a un emocionado Lean.
Los empleados de la juguetería juntaron dinero y le compraron el peluche a Lean.
«Este es el mejor día de mi vida», dijo el pequeño.
Y como el dinero para comprar el peluche ya no era necesario, Debbie, quien había perdido un embarazo en enero, decidió donarlo a Honeysuckle Bond, una fundación que apoya a padres que sufrieron un aborto.
«No es mucho, pero ayudará a comprar muchos peluches pequeños para aquellos niños que han fallecido», dijo Debbie. «Es bonito devolver un gesto amable», finalizó.