«He pensado mucho en el pueblo venezolano al que me siento particularmente unido en estos días y ante la grave situación que atraviesa el país, pido al Señor que se busque y se logre una solución justa y pacífica para superar la crisis respetando los Derechos Humanos y deseando el bien de todos los habitantes del país», aseguró el Pontífice tras el rezo del Ángelus.
El papa habló en el Hogar del Buen Samaritano de Panamá, durante su viaje para participar en la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ).
Por ahora, el Vaticano no reconoció a Guaidó ni ofreció un apoyo explícito al gobierno de Nicolás Maduro.
El Vaticano sólo se limitó a emitir un breve comunicado que el papa seguía «de cerca la evolución de la situación» y rezaba por las víctimas y por todos los venezolanos.
Además, destacó que la Santa Sede apoya «todos los esfuerzos que permitan ahorrar un ulterior sufrimiento a la población».
A pesar del esperado pronunciamiento, Francisco evitó tomar un bando como hicieron la Argentina, la Unión Europea y potencias como Estados Unidos y Rusia.
Guaidó, de 35 años, ha hecho exhortos a las fuerzas armadas y a la población a que se le unan para presionar por la salida de Maduro, a quien el Congreso, controlado por la oposición, declaró usurpador del cargo tras unas elecciones presidenciales consideradas fraudulentas.
Agencias Reuters, EFE y Télam