En principio será por 15 días aunque está previsto que dure hasta el 9 de mayo. Esta vez no apunta a la cuarentena domiciliaria estricta de toda la población sino a restringir los movimientos de la gente.
Por segunda vez en siete meses, España decretó este domingo el estado de alarma por el aumento de contagios de coronavirus.
Y aunque puede parecer una contradicción, esta vez lo hizo para evitar encerrar a los 47 millones de españoles en sus casas de nuevo, tal como sucedió durante la primera ola de la pandemia, entre marzo y junio de este año.
Porque este estado de alarma, que en principio será por 15 días aunque está previsto que dure hasta el 9 de mayo, no apunta a la cuarentena domiciliaria estricta de toda la población sino a restringir los movimientos de la gente en determinados horarios, sobre todo los nocturnos, que favorecen la vida social y, por lo tanto, los contagios.
La medida extraordinaria, que entrará en vigencia en cuanto se publique en el Boletín Oficial del Estado, establece el toque de queda entre las once de la noche y las 6 de la mañana, pero da a cada una de las 17 comunidades autonómicas que integran España la posibilidad de ajustar estos horarios a sus propios territorios.
“La situación que vivimos es extrema. Es, de hecho, la emergencia sanitaria más grave vivida en España desde la aprobación de nuestra Constitución y también en el último siglo”, dijo este domingo el presidente Pedro Sánchez.
“Por lo tanto aprobamos de nuevo el estado de alarma porque es la herramienta más eficaz para frenar la curva de contagios y volver a tener a raya al virus”, agregó.
España superó el millón de infectados diagnosticados por el sistema sanitario pero Sánchez, que ya había hablado a los españoles el viernes para advertir que “la situación es grave”, lejos de tranquilizar a la población, admitió que “el número real de personas que han estado infectadas en nuestro país supera ya los tres millones de compatriotas”.
Quedarse en casa
La media de contagios en España es de 361 por cada 100.000 habitantes y la intención del gobierno es reducir la incidencia de casos positivos en las últimas dos semanas a menos de 25 por cada 100.000 personas, indicador considerado de bajo riesgo por la Organización Mundial de la Salud. “Ese es nuestro objetivo”, admitió Sánchez este domingo.
Y pidió a los españoles: “Quedémonos en casa todo lo que sea posible”.
“No hay confinamiento general en este nuevo estado de alarma pero cuanto más nos quedemos en casa y menos contactos tengamos, más protegidos estaremos y más protegeremos a nuestros seres queridos y a la salud del conjunto -dijo el presidente-. No hay que aprobar medidas para obligarnos a hacer lo que hay que hacer porque sabemos lo que hay que hacer.”
El nuevo estado de alarma fue acordado en una reunión extraordinaria del Consejo de Ministros convocada por el presidente para la mañana de este domingo.
La era covid ya provocó que Francia, Italia y Bélgica controlen que por la noche sus calles estén vacías para evitar la propagación del coronavirus.
El estado de alarma y el toque de queda estarían vigentes durante las Fiestas. “El plazo (de seis meses) no es inamovible. Si podemos superar antes la emergencia plenamente, el estado de alarma dejará de aplicarse de inmediato. Pero ése es el plazo que consideramos, hoy por hoy, necesario -aclaró Pedro Sánchez-. ¿Por qué seis meses? Porque los expertos estiman que ése es el tiempo que necesitamos para superar, no sólo esta segunda ola en la que estamos inmersos, sino también la etapa más dañina de la pandemia.”
Once comunidades autónomas le habían pedido al presidente que adoptara una medida nacional que permitiera dar un marco jurídico-legal a decisiones que limiten las salidas de las personas, en particular por las noches, como el toque de queda, que no figura en el ordenamiento jurídico español.
El País Vasco, Cataluña, Cantabria, Asturias, Extremadura, La Rioja, Navarra, Castilla-La Mancha, la Comunidad Valenciana, las islas Baleares y la ciudad autónoma de Melilla solicitaron al gobierno nacional que actúe ya que implantar el toque de queda no implica una suspensión de libertades, como sucedió durante el confinamiento en casa del estado de alarma decretado en marzo, sino que apunta a una restricción de movimientos en determinadas horas que genera dudas a los gobiernos regionales de las comunidades autonómicas.
Castilla y León y la Comunidad Valenciana se adelantaron y aplican restricciones nocturnas desde la noche del sábado.
Isabel Díaz Ayuso, la presidenta de la Comunidad de Madrid, la más reacia a las limitaciones que el Ministerio de Sanidad nacional impuso en la región, le pedía Sánchez: “En caso de decretar el estado de alarma, rogamos que el Gobierno incluya nuestras zonas básicas y los horarios de Madrid, que los tenemos bien estudiados -pidió Díaz Ayuso-. Es una estrategia sanitaria que nos está dando resultados y ayuda a la economía”.
Madrid ya impuso la prohibición de reuniones entre personas que no convivan desde la medianoche hasta las 6 de la mañana y, a partir del lunes, el confinamiento perimetral de las zonas más complicadas de los 12 municipios madrileños con más casos positivos de covid.
Las restricciones del nuevo estado de alarma no incluyen a las islas Canarias, que presentan una situación epidemiológica más favorable y que este fin de semana volvieron a recibir visitantes ingleses y alemanes, que levantaron el veto a sus habitantes de viajar a las islas españolas.
Para aprobar el estado de alarma, que inicialmente dura 15 días, el gobierno de Sánchez no necesita contar con la aprobación del Congreso de los Diputados. Pero si su intención es prorrogarlo mas allá de dos semanas, es preciso acudir al Parlamento para obtener su prolongación.
En una semana en la que debió enfrentar una moción de censura en su contra por la gestión que está haciendo de la pandemia -que fue presentada por la ultraderecha y no prosperó- y luego de una visita al Vaticano este sábado, donde se reunión durante media hora con el Papa Francisco, Pedro Sánchez decretó un nuevo estado de alarma en toda España para frenar al coronavirus. ¿Le habrá pedido su bendición al papa argentino?
Fuente : Clarín