CHINA
El Gobierno de Xi Jinping aseguró que la situación epidemiológica se encuentra “bajo control”, tres semanas después de haber relajado su estricta política.
El relajamiento de las drásticas restricciones en China trajo consigo una oleada de contagios de coronavirus que algunas provincias cifran en millones diarios. Hospitales de grandes ciudades como Beijing tienen dificultades para atender a todos los pacientes, mientras que las salas de urgencias de pequeñas ciudades y pueblos al suroeste de la capital están saturadas.
Las unidades de cuidados intensivos rechazan ambulancias, los familiares de los enfermos buscan camas disponibles y los pacientes se desploman en los pasillos de los hospitales y son acostados en el suelo por falta de camas, según reportó la agencia de noticias Associated Press.
En el crematorio de la ciudad de Zhuozhou, en la provincia de Hebei, los hornos arden horas extras mientras los trabajadores luchan por hacer frente a un alza de muertes en la última semana, según un empleado.
Un trabajador de una funeraria estimó que se están cremando entre 20 y 30 cadáveres al día, frente a los tres o cuatro registrados antes que se relajaran las medidas contra el COVID-19. ”Se muere mucha gente”, sostuvo Zhao Yongsheng, un trabajador de una tienda de artículos funerarios cerca de un hospital local. “Trabajan día y noche, pero no pueden cremarlos a todos”, afirmó.