Se presentaron 744 parejas de 36 países. Solo 20 llegaron a la final en la categoría Tango Escenario. Los ganadores fueron los rionegrinos Fernando Andrés Rodríguez y Estefanía Belén Gómez, que bailaron un tema de Astor Piazzolla
Suena «Kicho», una de las grandes composiciones de Astor Piazzolla. En el escenario, vestidos de negro absoluto, Fernando Andrés Rodríguez y Estefanía Belén Gómez bailan una coreografía perfecta. O casi: su puntaje será de 9711, el máximo de la noche. Se llevarán 100 mil pesos, un viaje a Europa y el premio mayor: a partir de esta noche serán los nuevos Campeones Mundiales de Tango Escenario.
«El tango me encanta, me emociona, me hace sentir feliz…», dice unos minutos después Estefanía, ya consagrada. «Para nosotros era una meta a cumplir y es increíble estar acá. Es la primera vez que venimos. Hay que tener muchas agallas para presentarse a un mundial de tango», agrega. Su pareja de baile desde hace cuatro años hace lo propio. Cuenta que al momento de ganar pensó en su padre, ya fallecido, y en su familia y en sus amigos, y por un segundo se quiebra. «Las competencias de tango son muy heavy, así que siento mucho respeto por todos los participaron», dice.
Se refiere no solo a las 20 parejas finalistas de la categoría Tango Escenario, que bailaron esta noche en la final en el Luna Park, sino a las 744 parejas de 36 países que participaron de la competencia. Detrás de Fernando y Estefanía quedaron la pareja conformada por Julián Sánchez y Bruna Estellita, de Argentina; y el tercer puesto fue para Nicolás Filipeli y Germán Filipeli, hermanos gemelos, representantes de Lanús. Ellos dos fueron justamente de los más ovacionados de la noche. Tal vez por ser dos hombres (el mundial no tiene condiciones de género para la conformación de las parejas) fue que la gente festejó la propuesta. «Bailamos juntos hace unos 10 años. La vez anterior salimos cuartos. Tenemos muy buena aceptación de parte del público», contaron antes de bailar a Infobae.
Un día antes, el premio en la liga de Tango Pista fue para una pareja mixta: la de la argentina Agustina Piaggio y el ruso Maksim Gerasimov. La diferencia entre la competencia de Pista y la de Escenario es que la primera es baile improvisado sobre una música no elegida por la pareja, y la de Escenario consta de una coreografía.
La del miércoles a la noche fue una fecha especial para la Argentina, que obtuvo tres parejas argentinas en el podio. El año pasado los campeones fueron rusos (en esta edición hubo dos parejas de Moscú en la final), y era todo un desafío recuperar la corona. La otra gran competencia: las parejas colombianas. De gran nivel e identificación con la audiencia, se especulaba con que pudieran ser los campeones. Valentín Arias Delgado y Diana Paola Franco, de Manizales, Colombia, apenas lograron el quinto puesto, pero en la votación del público -que dio su veredicto vía internet- fueron los campeones de la jornada.
«Concluye una edición que nos deja un cúmulo muy valioso de vivencias y sensaciones. El tango estuvo presente en toda la ciudad, se disfrutó entre visitantes y vecinos con los que compartimos cientos de actividades. Agradezco a todos los artistas y participantes del Mundial que nos brindaron todo su talento», dijo Enrique Avogadro, ministro de Cultura porteño.
El evento fue conducido por Fernando Bravo y uno de los momentos más emotivos de la gran final fue cuando Jairo salió al escenario para acompañar a Escalandrum, la banda de Pipi Piazzolla (el nieto de Astor), y cantó dos temas: «Balada para mi muerte» y «Milonga del Trovador»; ambas compuestas por Piazzolla, y la segunda dedicada especialmente a Jairo, que lo contó en el escenario visiblemente emocionado.
Además de los ganadores, hubo en la competencia parejas de Australia, Bélgica, Bolivia, Brasil, Brunéi, Canadá, Chile, China, Colombia, Corea del Sur, Cuba, Ecuador, España, Estados Unidos, Filipinas, Francia, Grecia, Holanda, Hong Kong, Hungría, Irlanda, Italia, Japón, Malasia, México, Paraguay, Perú, Reino Unido, Rusia, Taiwán, Turquía, Uruguay, Uzbekistán y Venezuela.
El jurado estuvo compuesto por Gaspar Godoy, Diego Gauna, Guillermina Quiroga, Alejandra Vidala Barboza, Natasha Poberaj, Germán Cornejo y Gachi Fernández. «Si bailamos con amor y con respeto, hagamos lo que hagamos esto va a salir para adelante. No se puede construir desde lo negativo. Bailen con el corazón, cuidemos el tango y respetémonos mutuamente», dijo Godoy a los participantes antes de la competencia, en una breve arenga que hubo de parte del jurado antes de que empiece la final.
Las palabras parecen haber hecho mella. Sobre el final, el mismo Fernando Rodríguez ya consagrado aportó la conclusión que lo cerró todo a la perfección: «Admiramos a cada uno de los chicos que vinieron. Venir significa mucha plata, energía, mucho cansancio, horas de ensayo. El tango significa todo. La vida misma».
Quienes quieran verlos en acción, el jueves en el Obelisco se presentarán para bailar una vez más «Kicho». No será ya en el Luna Park sino a cielo abierto. No será ya en competencia sino con el pecho hinchado de orgullo. Si el 2018 le dijo al mundo que los mejores bailarines de tango del planeta eran rusos, el 2019 devolvió la posibilidad de decir que es más argentino que nunca.