
En el caso de Saladillo, se trabajó puntualmente en la laguna Indio Muerto y otros cursos de agua naturales, con el fin de visibilizar la situación y generar acciones que permitan su cuidado y protección
Tras cuatro años de investigación con profundo rigor científico, el proyecto Conocer y Cuidar los Humedales (COCUIHUM) llegó a su fin y los resultados fueron presentados este lunes, en el Instituto Superior de Formación Docente (ISFD) N°16 “Juan Paula Manso” de Saladillo, ante la presencia de docentes, estudiantes y representantes de las instituciones y organismos que participaron.
Estuvieron, entre otros, el grupo CoSensores, el Instituto Docente 16, el Instituto Técnico 135, la Escuela Técnica, Ecos de Saladillo y el Club de Pesca.

El profesor universitario e investigador Kevin Póveda Ducón indicó que con este proyecto se propusieron la construcción de saberes, teniendo en cuenta que Saladillo, al igual que muchos otros territorios, está inmerso en conflictos ambientales, producto de las actividades económicas extractivistas que se desarrollan.
En el caso de Saladillo, se trabajó puntualmente en los humedales y otros cursos de agua, con el fin de visibilizar la situación y generar acciones que permitan su cuidado y protección.
A través de las acciones y relevamientos ambientales participativos de manera autónoma que involucraron a distintos actores de la comunidad, se llegó finalmente a una conclusión, cuya consigna fue la “construcción de saberes ambientales para el cuidado del territorio”.

“En base a los estudios que realizamos en los humedales, encontramos eventos de contaminación, producto de actividades extractivas humanas,
principalmente el agronegocio, como así también el desarrollo inmobiliario que genera cargas de contaminación sobre arroyos y canales que nutren a los humedales”, señaló Póveda.
De acuerdo a los estudios y muestreos realizados, encontraron contaminación por residuos cloacales en el Canal 16, mientras que en la laguna Indio Muerto detectaron altas concentraciones de agroquímicos, muchos de ellos que incluso están prohibidos.
A todo esto, se suman canalizaciones clandestinas y acciones indebidas que modifican el ecosistema y la biodiversidad.

En este sentido, Póveda Ducón señaló que los humedales cumplen funciones ecosistémicas y sociales fundamentales, como regular las inundaciones, aminorar los efectos de las devastaciones climáticas,
ser fuentes de agua y refugio para la biodiversidad, y promover actividades sociales y culturales, como la pesca y la recreación.
“En materia de protección ambiental, vemos que la legislación en Argentina va más adelante que en muchos otros países de la región. Sin embargo, lo que no se lleva a cabo es la implementación de lo que se legisla, y es ahí donde entran en juego los procesos de movilización y presión social, para que exista una comprensión integral de la realidad, en lo que hace al cuidado de los humedales y del ambiente en general”, completó.