Hongchan Quan obtuvo la puntuación ideal en tres de sus cinco clavados
La china Hongchan Quan es una niña. Tiene apenas 14 años. Realiza una actividad poco practicada en nuestro país: saltos ornamentales. Y en tres de las oportunidades que se lanzó desde la plataforma de 10 metros a la pileta consiguió que todos los jurados consideraran lo mismo: sus movimientos fueron perfectos y merecieron calificaciones de 10. Lo que se creía imposible. Nadie había hecho algo semejante. Será otro de los momentos de los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 que quedarán señalados para la eternidad.
Hongchan Quan también caminó por la plataforma con frialdad. Como si nada la afectara. Se acercó al borde directa y decidida. Los medios chinos dicen que empezó a saltar a los 7 años y que por eso todo le resulta muy natural. Suele ser así, los genios actúan muchas veces sin la necesidad de saber que lo son. De esa manera se vivió ese momento histórico: Quan ganó el oro con el puntaje perfecto en tres de sus cinco saltos. Es tan chica que todavía no procesa el vértigo de las presiones deportivas. Disfruta, sin saberlo, del tesoro de la inocencia.
Es la integrante más joven de la delegación de China. Terminó con 466,20 puntos, después de obtener la calificación óptima (10) en las ruedas 2, 4 y 5, por lo que superó largamente a su compatriota Yuxi Chen, de 15 años, y con 425,40 puntos, y a la australiana Melissa Wu, que quedó muy lejos, con 371,40.