Luego de que el abuelo de la bebe muerta realizara la denuncia a las autoridades del hospital de Tartagal Juan Domingo Perón, la gerente sanitaria del establecimiento, Susana Salinas, informó que fue separado de su cargo el responsable de semejante atrocidad. Se trató de una persona que trabajaba en el área de mantenimiento de la morgue, a quien se le inició un sumario y que fue acusado de cobrar 100 pesos para entregar el cuerpo de la niña.
Del mismo modo, Salinas explicó que en el hospital de Tartagal la entrega de los cadáveres a los familiares se realiza en un ataúd, ya sea provisto por el Estado o por el servicio fúnebre. Y agregó que si los familiares del fallecido no cuentan con el servicio de funeraria entonces el Estado se hace cargo.
También aclaró que las personas no deben pagar al personal del hospital por la entrega del cuerpo de un familiar fallecido: «En caso de que les sea requerido un pago, deben realizar inmediatamente la denuncia, porque es un delito».
El caso conmocionó a Salta cuando el martes a Érica Zelaya, una joven de 21 años, le entregaron a su hija recién nacida y fallecida envuelta dentro de una caja de cartón.
«Mi hija estaba a término con el embarazo; la trajimos al hospital pero no quisieron hacerle la cesárea y la bebé nació sin vida. Según el médico, murió por bronco aspiración, nos dijeron y nos explicaron que tragó líquido», explicó la abuela.
Y concluyó: «A mi nietita la tienen en una caja de cartón en la morgue y nos dicen que tenemos que traer el cajoncito para entregarnos su cuerpito, pero no podemos conseguir que nos donen uno para llevarla al cementerio y rezarle para que descanse en paz».