Jaime también afirmó que hasta que salió del cargo, en 2009, los trenes estaban «en buenas condiciones» y que los que no estaban en buen estado habían sido traídos para «darle trabajo a los talleres ferroviarios«, algo que había sido idea -según dijo- del ex presidente Néstor Kirchner.
Los voceros dejaron trascender que Jaime explicó que viajó a España y Portugal en 2004 y que cuando volvió le manifestó al ex presidente Nestor Kircner y al ministro De Vido que había trenes en desuso. Dijo que le dieron expresas instrucciones para avanzar en el convenio para realizar las reparaciones en la Argentina, de acuerdo a las fuentes.
Mientras Jaime declaraba, el fiscal del caso, Federico Delgado pidió directamente la indagatoria de De Vido.
«Desde que la fiscalía tomó intervención en la causa, el 18 de junio de 2013, sostuvimos que debido a la verosimilitud y precisión que derivaba del informe de la Auditoría General de la Nación en que se basaba la denuncia, todos los responsables del Ministerio de Planificación Federal, Inversión Pública y Servicios de la Nación, así como de la Secretaría de Transporte y de la Comisión Nacional de Regulación del Transporte debían ser intimados en los términos del artículo 294 del Código Procesal Penal de la Nación», es decir indagatoria, dice el dictamen presentado hoy por el fiscal.
En el caso se investiga una compra de trenes realizada en 2005, valuada por la Auditoría General de la Nación en 100 millones de euros, y cuyos vagones se encuentran en depósitos ferroviarios como «chatarra».
Más allá de la utilidad o no del material rodante, se investiga si la compra escondió un pago de comisiones a una empresa relacionada con Jaime y manejada por Manuel Vázquez, su ex asesor, que también está detenido y que hoy se negó a declarar.