La renta básica universal es un ingreso periódico pagado por el Estado a cada ciudadano perteneciente a una comunidad, siendo un derecho sin ninguna condición.
Esta renta corresponde a una política social redistributiva.
Así, las autoridades fiscales buscan garantizar un nivel mínimo de ingresos para todos los ciudadanos y reducir las desigualdades sociales.
A diferencia de otras ayudas, en un sistema de renta básica la percepción de dicho ingreso no está determinada por la situación personal del beneficiario.
Esto, porque se considera que es un derecho por el solo hecho de ser miembro de una comunidad.
De esta manera, la situación financiera, familiar o personal del ciudadano no le impiden acceder a estos ingresos. No obstante, la cuantía recibida sí puede variar en función de estos factores, según las características específicas del programa de renta básica.
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Tipos de renta básica universal
A lo largo de la historia, se han puesto en marcha numerosas iniciativas orientadas a la implantación de una renta básica como la que definimos. Sin embargo, nunca ha existido un consenso generalizado sobre cómo deben materializarse estas ideas.
En consecuencia, existen diversos programas de renta básica (RB) que difieren en numerosos aspectos, y que de forma general pueden dividirse en cuatro grandes grupos:
- Renta básica universal propiamente dicha: Consiste en garantizar el cobro del mismo nivel de ingresos para cada ciudadano, independientemente de su situación personal. Se trata de la forma más igualitaria y simple de poner en práctica la renta básica universal.
- Renta básica personalizada: el beneficiario tiene derecho a una renta mínima, pero puede aumentar esa cuantía en función de factores personales (por ejemplo, si se encuentra en situación de indigencia o tiene hijos a cargo). Con este tipo de programas se busca una redistribución de la riqueza más equitativa que igualitaria.
- Renta básica condicionada al empleo: El ciudadano puede acceder a la renta básica universal siempre que los ingresos de su trabajo no superen un límite determinado. A partir de ese umbral, perdería el derecho a la prestación. En este caso, la intención de las autoridades es reducir al máximo la desigualdad de ingresos entre los trabajadores empleados y desempleados.
- Renta básica con incentivos laborales: El beneficiario que supera un nivel de ingresos procedentes del trabajo no pierde el derecho a la renta básica universal, pero su cuantía se ve reducida. Este tipo de programas buscan reducir las desigualdades entre empleados y no empleados, pero al mismo tiempo incentivar el empleo.
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Además de estas modalidades también existen sistemas mixtos, es decir, combinando aspectos de los grupos anteriores.
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Por otra parte, existen también experiencias de renta básica no universal para grupos sociales concretos, como las prestaciones universales por hijo a cargo o los programas de renta mínima para personas por debajo de un determinado nivel de ingresos. En cierta medida, la renta básica universal también supone una extensión a toda la ciudadanía de las iniciativas anteriores.
Todavía no hay definiciones concretas ni plazos de aplicación. Lo cierto es que para poder apalancar la economía en la «nueva normalidad» va a ser necesario realizar nuevos planes de ayuda social.