La segunda víctima fatal fue una estudiante identificada de 23 años, quien murió baleada en San Cristóbal, capital del estado andino Táchira, se convirtió en la octava en protestas callejeras contra el gobierno de Venezuela en lo que va de este mes. «Es muy reciente aún, tenemos datos preliminares, recibió un disparo en la cabeza», indicó a la AFP un funcionario de la Fiscalía que pidió reserva. En un comunicado enviado poco después, el Ministerio Público indicó que Paola Andreina Ramírez «transitaba por el referido lugar (una plaza de San Cristóbal) cuando recibió un disparo que le ocasionó la muerte». En tanto, la ONG de derechos humanos Provea aseguró que la muerte ocurrió en el «contexto de las manifestaciones» y pidió a la fiscal general, Luisa Ortega, «esclarecer rápidamente dos asesinados el día de hoy en manifestaciones y establecer responsabilidades». Brigadas antimotines de la policía lanzaron gases lacrimógenos contra una marcha de la oposición venezolana que intentó movilizarse desde el este de Caracas hacia el territorio vedado del centro, que fue tomado por fuerzas del oficialismo para mostrar respaldo al presidente Nicolás Maduro. La protesta opositora es la continuación de las manifestaciones contra el Gobierno que desde el 4 de abril dejaron seis muertos y cientos de heridos y detenidos. La concentración opositora desde la plaza Altamira, en el este, se movilizó con varios dirigentes al frente por la autopista Francisco Fajando, con el objetivo de llegar a la Defensoría del Pueblo, pero encontró un cordón de policía que comenzó rápidamente a arrojar bombas de gases. Las autoridades advirtieron que la oposición no tenía permiso para cruzar hacia el municipio Libertador, donde está la sede de la Defensoría, y que solo podía concentrarse en el este de la ciudad, donde las alcaldías están en poder de la oposición. Una de las marchas que partió desde el oeste por la autopista fue detenida por la policía, que igualmente disparó gases lacrimógenos, para evitar que se uniera con las concentraciones que venían del este. La masiva movilización principal en la autopista se vio contenida por la valla de seguridad y el humo de los gases. La oposición planeaba llegar a la Defensoría del Pueblo, para exigirle que abra un procedimiento contra los magistrados que firmaron dos sentencias que despojaron a la Asamblea Nacional (Congreso) de sus atribuciones. Aunque las sentencias fueron retiradas, la oposición insiste en acusar a los magistrados de dar un golpe de Estado al poder Legislativo y a favor de Maduro. El diputado opositor Rafael Paparoni, al frente de la marcha, advirtió que mientras los venezolanos no tengan forma de votar, el gobierno «no tendrá paz, porque continuaremos». Su colega José Guerra dijo que el objetivo en la jornada era marchar en paz. «No queremos enfrentamiento con la policía», alegó en medio de los gases. Asimismo, el alcalde del municipio metropolitano de El Hatillo, David Smolanski, calificó la arremetida de «cobarde». «Usaron armas de fuego en el municipio Libertador y gases tóxicos aquí. Somos miles y vamos a continuar en resistencia», alertó. Mientras, en varios puntos del oeste y centro de Caracas se reunieron otros miles de partidarios del Gobierno para expresarle apoyo a Maduro, quien cumple el cuarto año de su mandato de seis. En tanto, Maduro acusó la noche del martes a la oposición de poner en marcha un intento golpista y desacreditó la intención de llegar a la Defensoría del Pueblo, que con la Fiscalía y Contraloría, tiene la facultad de iniciar un proceso contra los magistrados del TSJ.]]>
Máxima tensión en Venezuela: dos muertos durante nuevas marchas contra Maduro
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