Una multitud de personas, en su mayoría jóvenes, participó este fin de semana bajo una lluvia intensa en gran parte del camino de la 43º peregrinación a Luján, donde el cardenal Mario Poli hizo un llamado fuerte a la unidad y la paz entre los argentinos.
El purpurado porteño exhortó a «renunciar a todo gesto de violencia, de discriminación, de intolerancia», al animar a los fieles a repetir el lema de la caminata: «Madre, enséñanos a construir la paz». «No hay división en la peregrinación, es la unidad que queremos para nuestra patria», sostuvo a días de las elecciones legislativas, y agregó: «Si hay paz todo se puede construir, y que necesidad tenemos los argentinos de paz».
El cardenal Poli insistió en pedir a la Virgen esa paz que, aseguró, se necesita «en las familias» y «en nuestros trabajos, en nuestras oficinas, en nuestras escuelas, en nuestras universidades». «Especialmente, Madre, vos que llevas la bandera argentina, la necesitamos (la paz) en nuestra Patria. Danos un corazón pacífico y el coraje de vivir en paz», rogó.
A raíz de las condiciones climáticas, el cardenal Poli presidió la misa concelebrada por los obispos de la región Buenos Aires en la basílica de Luján, y no en la Plaza Belgrano como estaba previsto. En el interior del santuario mariano se sacaron los bancos para dar cabida a los peregrinos, que no ocultaron su cansancio y elevaban sus plegarias a la Virgen sentados o acostados en el piso.
«Valió la pena la caminata y la mojadura. Dios todo lo puede, la fe y el amor a la Virgen nos dio las fuerzas para seguir», dijo a DyN un hombre con sus ropas mojadas.
Una mujer contó que durante el camino tuvo que soportar lluvia y granizo, pero manifestó su alegría de haber llegado y de «cumplirle a la Madre que tantas gracias nos ha dado este año».