La publicación en Clarín de un informe sobre el crecimiento exponencial de los cargos políticos en el gobierno de Axel Kicillof dejó mucha tela para cortar. No es para menos: en poco más de dos años, el estado provincial duplicó el número de subsecretarios y directores que había en 2019.
Alejandra Lordén, diputada provincial y coordinadora de la Fundación Poder de la UCR bonaerense, se pronunció con dureza al respecto. “Esto no es nuevo, venimos advirtiendo hace tiempo que el oficialismo crea y reparte cargos públicos como si fueran caramelos, sin ninguna justificación técnica y con pésimos resultados”.
“Hay una matriz estructural del kirchnerismo que Kicillof la está llevando al extremo. Creen que su partido es el Estado. No distinguen entre fuerza política y servicio público. La organización de ministerios, secretarías y subsecretarías no sigue un criterio racional, no tiene nada que ver con un programa de gobierno, sino con balancear el poder dentro del Frente de Todos y no dejar a ningún compañero afuera”, reflexionó Lordén.
Las cifras son elocuentes. El gabinete provincial cuenta con 1700 cargos jerárquicos distribuidos en 20 organismos que tienen rango de ministerio. En 2019, eran 800 los subsecretarios y directores. Además de la enorme burocracia que levantó el kirchnerismo en la Provincia de Buenos Aires, las críticas hacen hincapié en el manejo de los recursos públicos, un punto oscuro de la actual gestión.
En este sentido, Lordén expresó que “nunca fue tan grande el abismo entre una sociedad víctima de la inflación, la falta de empleo registrado y la caída del nivel educativo, y los funcionarios que solo piensan en la caja y en atornillarse a una oficina. La renovación de la política tiene que ser profunda e integral”.